MERCADO INMOBILIARIO

Valencia se queda sin viviendas de obra nueva a la venta

Enrique Gómez de las Heras - Periodista |
Valencia se queda sin viviendas de obra nueva a la venta
Foto de Chris Holgersson en Unsplash.

En Valencia apenas quedan viviendas de obra nueva a la venta; únicamente tenemos 185 testigos -viviendas- en la ciudad de Valencia, dato inédito en la ciudad desde que se tienen registros y mantiene los precios de venta en valores muy altos.

Pero lo más alarmante es la velocidad con que disminuye, un 23% en este último trimestre. Un dato revelador es que en 60 de los 88 barrios de la ciudad de Valencia no hay promociones de vivienda nueva a la venta. En dos de cada tres barrios de Valencia no hay vivienda de obra nueva.

Las causas de este descenso han sido variadas en estos años, con la inflación y sus consecuencias como fundamento (aumento de coste de construcción y aumento de tipos de interés), la falta de suelo en la ciudad de Valencia, los largos procesos administrativos en licencias de obra, los bajos salarios, etc.

Con relación al alquiler, de igual modo se han cumplido las predicciones de este Observatorio de la Vivienda, que anticipaban una drástica reducción de la oferta al entrar en vigor la Ley de la Vivienda aprobada este año. Desde el enero de 2021 hasta ahora, ha descendido el número de viviendas de tal modo que actualmente hay menos de un 60% de las que había hace apenas tres años. 

Consecuencia de todo ello, es la traslación del alquiler de larga estancia (tradicional) al de menos de 12 meses, para evitar la aplicación de dicha ley. Los precios siguen siendo muy altos, superando los 1.500 € de media, los más altos de España tras Madrid y Barcelona.

La escasez de oferta, junto al efecto llamada constante que supone la calidad de vida y las buenas expectativas profesionales para empresas e inversores internacionales en la ciudad son los responsables de esta situación.

Además, la cuestión es qué ocurre con los miles de estudiantes internacionales que cada año llegan a nuestras universidades, cuyos costes de alojamiento comienzan a ser preocupantes, incluso pudiendo afectar en la elección de su destino final. Y, lo más preocupante, las rentas muy bajas y los migrantes con menores recursos, que sin posibilidad alguna de alojamiento reglado pasa a los asentamientos informales, como también venimos anticipando hace algunos años.

Pero, también desde hace años venimos proponiendo desde la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València la solución necesaria más evidente, que ayudaría a rebajar la tensión de los precios y, sobre todo, permitirá el acceso a la vivienda a quienes ahora lo tienen imposible, los jóvenes y las rentas medias y bajas: La edificación de Vivienda Protegida.

Actualmente estamos esperanzados pues la administración autonómica ha escuchado las propuestas desde esta Cátedra lanzadas, consistentes en generar el soporte normativo para movilizar el suelo público mediante colaboración público-privada y conseguir disponer de viviendas en alquiler social, pero también a la venta; las fórmulas de derecho de superficie y las de adquisición por permuta permitirán ampliar nuestro parque de viviendas sin descapitalización pública, aliviando así los precios y abriendo una solución para habitar a los que más lo necesitan.

La coyuntura es, por tanto, compleja. Pero anticipamos que vienen tiempos de esperanza, con la irrupción de promociones de vivienda protegida en los próximos meses que, junto al resto de medidas con carácter administrativo, podrán ir revirtiendo la tendencia.