Se acumulan así cuatro meses consecutivos de caídas
El consumo de cemento en España ha caído un 0,5 % en febrero, situándose en 1.171.084 toneladas, casi 5.500 toneladas menos que en el mismo mes de 2019. “Aunque hemos de recordar que estas cifras se refieren a febrero, período previo a la crisis del COVID-19; a corto plazo prevemos una brusca caída en la producción”, explica el presidente de Oficemen, Víctor García Brosa.
Se acumulan así cuatro meses consecutivos de caídas, una circunstancia que no se producía desde el último trimestre de 2016, último año que cerró en negativo el sector.
Estas cifras sitúan el consumo acumulado en lo que va de año en una caída del 4,5 %, con un valor absoluto de 2.206.568 de toneladas, 105.000 menos que el pasado año.
El consumo del año móvil (marzo 2019 - febrero 2020) aún mantiene un crecimiento positivo del 3,9%, seis décimas menos que enero, y se sitúa en 14.312.443 de toneladas, 541.376 más que en el mismo período del año anterior.
El presidente de la patronal cementera, destaca que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en respuesta a consultas formuladas en relación con el estado de alarma ha dicho textualmente que “el tráfico de camiones de áridos, cemento y hormigones está permitido, al no haberse prohibido las obras a las que transportan dichos materiales ni el transporte para garantizar el abastecimiento. No es obligatorio el cierre de las obras, pues no se ha suspendido expresamente esa actividad”.
También el presidente de Oficemen manifiesta que “apoyamos el comunicado de la Confederación Española de Asociaciones de Fabricantes de Productos de Construcción (CEPCO), relativo a no paralizar las obras, reforzando las inspecciones relativas al cumplimiento de las medidas sanitarias que garanticen la completa seguridad de los trabajadores”; y añade que “una vez paralizado el sector servicios, la construcción es uno de los pilares actuales de la economía española. Es de suma importancia que todas las obras actuales, incluidas la de infraestructuras mantengan su actividad para preparar a nuestro país en la salida de esta crisis”.
“Las fábricas de cemento españolas, de momento, continúan trabajando con la normalidad que permite el Estado de Alarma. La seguridad y salud de los trabajadores es una prioridad para las empresas cementeras, activándose protocolos que garantizan las condiciones de trabajo seguras para los trabajadores de fábrica y modalidades de teletrabajo para gran parte de los empleados de servicios generales”, afirma García Brosa.
En cuanto al mercado exterior, las exportaciones encadenan ya 33 meses en números rojos, con una caída en febrero del 31,4 %, lo que supone una pérdida de 200.000 toneladas.
En el año móvil, los datos son más desoladores, puesto que las ventas del cemento español en el extranjero caen un 20 %, con una pérdida de 1,7 millones de toneladas.