Nueva York, París y Londres, las ciudades mejor preparadas para la transición al trabajo híbrido

Nueva York, París y Londres, las ciudades mejor preparadas para la transición al trabajo híbrido
Los Ángeles presenta condiciones propicias para implementar el trabajo híbrido, según Savills.
Shanghai y Ho Chi Minh City se presentan como los lugares con una transición hacia el trabajo híbrido más lenta debido a su poca flexibilidad laboral


Nueva York, París y Londres son las ciudades mejor preparadas para la transición al trabajo híbrido, según un informe realizado por Savills. La consultora ha analizado diferentes empleadores y trabajadores globales para determinar qué ciudades pueden tener una transición más rápida al trabajo híbrido después de la COVID-19.

Desde la perspectiva de la presencialidad en oficinas, Nueva York, París, Londres, Berlín y Frankfurt pueden prepararse para una transición más rápida al trabajo híbrido, dado los costes altos de las oficinas, las prácticas de trabajo flexibles y los confinamientos prolongados. Por otro lado, Mumbai, Shanghai y Ho Chi Minh City se presentan como los lugares con una transición hacia el trabajo híbrido más lenta debido a su poca flexibilidad laboral.

Madrid y Barcelona están bien posicionadas entre las ciudades que podrían pasar a modelos híbridos de trabajo con mayor rapidez en el periodo post-Covid. En concreto, la ciudad condal se sitúa en el puesto en el quinto para los trabajadores y en el número 11 en el análisis de la perspectiva de las compañías.

Desde el punto de vista de los trabajadores, la ciudad de Los Ángeles presenta condiciones propicias para implementar el trabajo híbrido. Algunas de las mismas son el tamaño de las viviendas y la distancia entre los hogares y el lugar de trabajo. Además, aunque el coste de las oficinas es menor que en otras ciudades, los alquileres de larga duración y una economía diversificada incentivan a las empresas a reducir la presencialidad en oficinas.

Madrid y Barcelona destacan en el ránking del cambio a modelos híbridos desde el punto de vista del empleado por la velocidad del ancho de banda o el tamaño de las viviendas frente a otras ciudades. Sin embargo al ser ciudades más pequeñas, con mejor movilidad y costes de alquiler más bajos en la comparativa, los menores tiempos en desplazamiento al trabajo y las rentas de oficinas comparativamente menores podrían ralentizar la transición al existir menor necesidad, del mismo modo que podría ocurrir en las ciudades pequeñas analizadas en el índice, como Ámsterdam o Lyon.

Como parte de su programa global de investigación Impacts 2021, Savills ha analizado entre otras métricas el tamaño de las viviendas, la velocidad media de banda ancha, la distancia entre los hogares y el centro de trabajo, el coste y eficiencia de las oficinas, la cultura corporativa y los alquileres de oficinas. Estos factores han servido para determinar la velocidad posible de migración al trabajo híbrido en las distintas ciudades.

"La transición al trabajo híbrido es el mayor desafío al que se enfrentarán los trabajadores en los próximos cinco años, incluso para aquellos que residen en ciudades donde el cambio sucederá más lentamente. Además, debido a la baja disponibilidad de oficinas en muchas ubicaciones, es recomendable que las empresas busquen, tan pronto como sea posible, espacios que funcionen para el trabajo híbrido”, explica Jeremy Bates, director de EMEA servicios para arrendatarios en Savills, quien añade que “con más espacio colaborativo y mayor espacio por empleado, es probable que la dimensión necesaria sea similar a la utilizada durante el trabajando presencial. No obstante, este espacio deberá facilitar el trabajo híbrido eficiente, lo que implica el diseño de un ecosistema físico-digital equilibrado que cierre la brecha entre los trabajadores remotos y los trabajadores de oficina en términos de experiencia, accesibilidad y confiabilidad”.

Por su parte, Paul Tostevin, director de Savills World Research, ha añadido que “en lugares como París, Londres, Berlín, Frankfurt y Nueva York, donde el precio de los alquileres de oficinas es más alto y ya se han establecido prácticas de trabajo flexible, se dará una transición al trabajo híbrido de forma más rápida. No obstante, la duración de los alquileres, la baja velocidad de banda ancha doméstica y, en algunos casos, el tamaño reducido de los hogares, pueden propiciar que los propios empleados presionen para regresar a la oficina”.