El vicepresident of global corporation centre EY&IE espera que los inversores institucionales se centren en un sector inmobiliario que se considerará un valor seguro
La expansión del COVID-19 está afectando a todas las industrias en todas las direcciones y las medidas tomadas como la restricción de los viajes y el confinamiento de la población, están produciendo una caída dramática de la economía. Por eso, Miguel Ferre, vicepresident of global corporation centre EY&IE, espera que las transacciones se reduzcan a lo largo del año. “El acceso al capital es una de las prioridades y las condiciones del mercado son particularmente desafiantes”, reconoce en unas declaraciones exclusivas a Iberian Property, plataforma de información y eventos de Iberinmo Grupo.
El compromiso y la comunicación entre las contrapartes financieras y los inversores son críticas. Estos últimos van a situarse a la espera de observar cómo evoluciona el mercado en los próximos meses. Ferre espera que los inversores institucionales se centren, más que nunca, en un sector inmobiliario que se considerará un valor seguro.
Los sectores de la hostelería y el turismo sufrirán el impacto más negativo de la crisis, tras un cierre total de la actividad y las reservas en muchos países. Aun así, “hay signos de recuperación que comienzan a surgir en China. De todas formas, el retail y los hoteles sufrirán el mayor impacto en sus negocios, mientras que la industria y la logística, mostrarán una gran resistencia”.
Medidas monetarias de apoyo, pero también políticas fiscales
Muchos bancos centrales, incluidos el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de los Estados Unidos, han tomado políticas monetarias cuyo espíritu es hacer todo lo que haga falta para afrontar la crisis económica. El BCE ha anunciado un programa de 700.000 millones de euros para la adquisición de bonos del gobierno, que se suma a su plan de 1,5 billones de euros en compras. Los dos tienen como objetivo estimular la demanda doméstica. Los planes de crédito se han expandido para incluir a pequeñas y medianas empresas. “Estas medidas, por sí solas, no van a solucionar los problemas del sector inmobiliario, pero van a ayudar a mitigar los daños”, avanza.
Aunque estas medias son positivas, Ferre estima que probablemente no sean suficientes. Dado que, hasta ahora, las respuestas han consistido en políticas monetarias, ha llegado el momento de las políticas fiscales. La posición de los ministros de finanzas de los estados miembros de la Unión Europea proporciona la flexibilidad necesaria para tomar todas las iniciativas necesarias para sostener a los sistemas de salud y para proteger las economías, incluyendo los estímulos necesarios e, incluso, medidas estatales de ayuda.
Los gobiernos también han aprobado medidas de fuertes estímulos fiscales, en un principio destinados al sistema sanitario, pero muchos estados se han dado cuenta de que esas acciones podrían ser inadecuadas y requerir más gasto gubernamental o recortes de impuestos. Algunas medidas se han destinado a los consumidores, mientras que otras se han dirigido a empresas expuestas a la crisis. Así, se pretende prevenir o reducir la pérdida de empleos. “Esto será crucial para toda la economía, pero en especial para el inmobiliario y el turismo”.
Ferre espera que estas medidas no sean las últimas y que los gobiernos amplíen los fondos adicionales, una vez que esté clara la dimensión de la caída. Llama a centrarse en las medidas fiscales que ayuden a los sectores más dañados como la hostelería y el turismo y ser prudentes con otro tipo de regulaciones. En este sentido, uno de los riesgos que señala es la intervención pública en la regulación que se refiere a las relaciones entre los negocios privados o en el campo de las inversiones privadas. “Países de todo el mundo han implementado cambios en sus políticas inmobiliarias para reducir las cargas sobre los usuarios y en algunos casos hay regulaciones para los propietarios del suelo. Aunque esos cambios ahora mismo tienen sentido, deben ser temporales, limitados a unos meses. Una vez resuelta la crisis sanitaria, las normativas deberían volver a la situación previa”, opina.
Respecto al mercado ibérico, apunta que tanto España como Portugal son dependientes en más del 90 % del transporte aéreo y una de las preguntas hasta el final de año será cómo recuperar el nivel de turistas. Ferre reconoce que no va a ser fácil porque hay una falta de confianza entre los consumidores de servicios turísticos. Los hoteles seguirán siendo una inversión segura a largo plazo, aunque a corto se verán dañados por su vulnerabilidad ante la crisis sanitaria.