Algunas de las capitales españolas están experimentando la revalorización en el precio de la vivienda, según el informe trimestral del Global Residential Cities Index de Knight Frank. La compañía ha observado el destaque de Málaga, la cual ocupa el puesto 22 en el ranking de las 150 ciudades clave en el residencial internacional, con un aumento del 8,6% en los últimos doce meses. Madrid se encuentra en el puesto 53 con un incremento del 4,6%, mientras que Sevilla le sigue de cerca en el puesto 55 con un +4,5%.
En el primer trimestre de 2023, las ciudades clave a nivel mundial experimentaron un crecimiento lento en los precios de vivienda debido al aumento de los tipos de interés y un panorama económico más incierto. El promedio de crecimiento anual en las 150 ciudades incluidas en el índice fue del 3,1%, en comparación con el 6,6% registrado en el trimestre anterior y muy por debajo del pico del 11,6% alcanzado en el primer trimestre de 2022.
El promedio de crecimiento anual en las 150 ciudades incluidas en el índice fue del 3,1%, muy por debajo del pico del 11,6% alcanzado en el primer trimestre de 2022
Además, el 51% de las ciudades del índice vieron caer los precios durante el primer trimestre del año, con siete mercados experimentando caídas superiores al 5%, incluyendo Glasgow y Aberdeen en Escocia, así como Malmo y Estocolmo en Suecia. La corrección de precios que comenzó a fines de 2021 provocó caídas de hasta un 24% en Wellington, Nueva Zelanda, seguido de cerca por el 22% en Buenos Aires. En total, otras 14 ciudades de Europa, Estados Unidos y Nueva Zelanda experimentaron caídas de precios de dos dígitos.
Algunos mercados, como Zagreb, Budapest, Skopje y Atenas, han evitado correcciones de precios hasta el momento, mostrando revalorizaciones significativas en sus mercados de vivienda.
La evolución de los precios está siendo influenciada principalmente por las perspectivas de inflación, tipos de interés y actividad económica, según los expertos de Knight Frank. La Reserva Federal en EE. UU. parece estar cerrando el ciclo actual de subidas de tipos y es probable que otros bancos centrales sigan su ejemplo en 2023. Esto podría conducir a un crecimiento económico más lento este año en comparación con 2022, aunque las previsiones recientes sugieren una mejora de las expectativas en 2024.