La incertidumbre provocada por la situación macroeconómica y geopolítica en Europa está empezando a trasladarse a los mercados inmobiliarios más relevantes, aunque los datos del tercer trimestre reflejan aún el alto apetito inversor, tal y como evidencia el informe EMEA Capital Markets Snapshot emitido por Colliers.
Alemania, Francia, Italia y España registraron fuertes volúmenes de inversión inmobiliaria en el tercer trimestre de 2022, a pesar de la subida de tipos de interés durante el primer trimestre cuando la inflación empezó a desbocarse en toda Europa.
Las sólidas cifras en los principales países aún no demuestran la situación que ya se ha instalado en los mercados. Los expertos de Colliers afirman que esta situación macroeconómica presionará la actividad y los precios en los próximos meses. "Los días de yields en mínimos históricos pueden haber terminado", señala Luke Dawson, Director General de EMEA Cross Border Capital Markets en Colliers, "Los tipos de interés más altos están presionando a la baja el precio de los activos y las yields se están incrementando”.
Uno de los primeros mercados en dar señales de desaceleración ha sido el Reino Unido, donde los volúmenes de inversión inmobiliaria se redujeron a la mitad entre el 2º y el 3º trimestre del año en medio de un panorama de fuertes turbulencias económicas y políticas. "No obstante, tanto en el Reino Unido como en Europa en general, la actividad de inversión continúa fuerte, especialmente en activos prime en las principales ciudades”, comenta Richard Divall, Director de EMEA Cross Border Capital Markets en Colliers.
Reino Unido registra una fuerte desaceleración trimestral
Los volúmenes de inversión se redujeron en el tercer trimestre un 50%, cayendo de 16.000 millones de libras a poco más de 8.000 millones, un descenso que ha afectado a todos los mercados inmobiliarios. El alza de precios de los activos está desacelerando el ritmo de las transacciones a medida que los inversores procesan las implicaciones del aumento de los tipos de interés, la agitación política y el crecimiento económico inconsistente.
Francia, un 3º trimestre muy activo
Francia ha registrado un volumen de inversión inmobiliaria de 7.400 millones en el tercer trimestre, y algunas operaciones de récord en el mercado de oficinas de París, con un aumento total de las transacciones del 34% hasta alcanzar los 19.700 millones de euros. Si bien la región metropolitana de París representó aproximadamente una cuarta parte del total, otros sectores como el logístico se mostraron fuertes a nivel nacional. Francia, como el resto de los países, también enfrenta el cuarto trimestre con gran incertidumbre en los mercados.
Alemania materializa transacciones con altos volúmenes
Con 13.100 millones de euros, el volumen total de transacciones en Alemania aumentó alrededor de un 27% con respecto al trimestre anterior, mientras que los primeros nueve meses del año registraron un 8% más respecto al mismo período de 2021. Estas cifras están impulsadas por grandes transacciones, por encima de los 250M€, con especial interés en edificios con fuertes credenciales de sostenibilidad. Sin embargo, desde Colliers apuntamos a un cambio de tendencia, a la baja, a medida que aumente el gap en las expectativas entre vendedor y comprador.
España, cifras estelares en inversión inmobiliaria
En España, la inversión del tercer trimestre alcanzó los 4.750 millones de euros. Una cifra estelar, que junto con un excelente primer trimestre, han llevado a la inversión inmobiliaria a rozar cifras de récord, alcanzando los 14.900 millones de euros en los 9 primeros meses del año. Más allá de la cifra general, la alta inflación, el aumento de los precios de la energía y el aumento de los costes financieros harán mella en el ahorro y el consumo de los hogares lo que producirá un efecto en cadena afectando especialmente al mercado residencial.
Según Alberto Díaz, Managing Director de Capital Markets en Colliers “Los inversores institucionales en España se están centrando en producto core o bien localizado. Sigue habiendo apetito inversor, pero las rentabilidades que exigen han subido, por tanto, entramos en una fase de reajuste en la que las expectativas entre comprador y vendedor tendrán que fluir hasta converger. Algo que estimamos puede ocurrir entre 6 y 24 meses, un periodo que se anticipa largo debido a la situación geopolítica y macroeconómica que nos afecta globalmente. Sin embargo, se abre una gran ventana de oportunidad para aquellos inversores que compran con equity, es decir, los inversores privados y los family office, que podrán acceder con menor competencia a mejores activos que se incorporarán al mercado.”