La problemática contribuirá a que crezca la inversión cuando mejore la situación, pero recuerdan que hay que dar soluciones adaptadas a los segmentos de población
Ante la incertidumbre del momento provocada por la crisis de la pandemia de la COVID-19, tanto los players inmobiliarios como los bancos han adoptado posturas prudentes y conservadoras a la hora de invertir en proyectos y financiarlos. Esta es una de las principales a las que se ha llegado en la sesión ‘Savills Talks Young Talents’ organizada por Savills Aguirre Newman y protagonizada por jóvenes especialistas en el sector inmobiliario.
En el encuentro, este colectivo ha coincidido en que la solución a los problemas de acceso a la vivienda no puede ser universal y debe adaptarse a cada segmento de población. Una vez mejore y se normalice la situación actual, se espera un importante crecimiento de inversión en el segmento residencial. Asimismo, los participantes han afirmado que nuevas fórmulas como el crowdfunding y el crowdlending democratizan la inversión en inmobiliario y están generando interés entre los pequeños inversores.
El inmobiliario, como la mayoría de los mercados, es muy sensible a las variaciones y los vaivenes del contexto. Por ello, ante las dudas generadas por la crisis de la pandemia, tanto bancos como inversores han adoptado una postura más prudente.
En el caso de las entidades bancarias, los jóvenes profesionales reunidos por Savills Aguirre Newman se muestran de acuerdo en que “miran con lupa las viabilidades de los proyectos”. En este sentido, estudian con detalle los planes de negocio y los fundamentales del proyecto y endurecen las condiciones para acceder a la financiación. En la actualidad, apuestan más por proyectos que respondan a una demanda real, como el residencial o el logístico, frente a otros con componentes más especulativos como pueden ser las segundas residencias, según señalan.
Los inversores afirman que “en España existe un claro problema de acceso a la vivienda, pero el sector debe diferenciar muy bien cada segmento de población y adaptar las soluciones a cada situación”. Así, distinguen, por una parte, a los colectivos en riesgo de exclusión social, a los que se debe incrementar el parque público de vivienda. Por otra, identifican a la población con problemática general de acceso a la vivienda, como pueden ser los jóvenes. Para solucionar esta situación, los profesionales apuestan por la colaboración público-privada, como puede ser el Plan VIVE impulsado por la Comunidad de Madrid.
Por último, los participantes aluden al desequilibrio entre la oferta y la demanda en el mercado libre. Ante esta realidad, recomiendan que sea el propio mercado el que se autorregule, ya que consideran que medidas como la regulación de las rentas pueden ser contraproducentes e ir en contra de la asequibilidad adecuada a la demanda. Así, hacen referencia a ciudades como París o Berlín, donde la regulación de los alquileres ha provocado una contracción de la oferta y un encarecimiento de los precios, así como una menor inversión en inmobiliario.
En este sentido, recuerdan que a los inversores les preocupa más el riesgo que la rentabilidad de los proyectos y que por ello demandan “reglas claras y seguridad jurídica” antes de invertir. Además, señalan que “debemos tener en mente que gran parte del dinero es internacional, y si no damos facilidades para la inversión, ésta se irá a otras regiones”.
La inversión en el mercado ha venido para quedarse
El tercer punto del debate se ha centrado en la inversión en inmobiliario. En este ámbito, los jóvenes reunidos por la consultora coinciden en que “una vez el mercado se vaya normalizando, veremos una compresión de las yields” ya que existe mucho más capital core que producto core. Asimismo, consideran que con la estabilización del mercado aparecerán más fondos de valor añadido en busca de proyectos que estarán dispuestos a financiar propuestas de mayor riesgo y con rentabilidades también mayores.
Preguntados por la afectación de una posible subida de los tipos de interés los participantes inciden en que el spread es todavía alto y puede soportar fácilmente una subida de los tipos, de modo que el inmobiliario seguirá siendo un segmento atractivo para el inversor.