En 2023, los costes directos de construcción en el ámbito residencial mostraron un comportamiento estable, registrando una disminución del -0,9% en comparación con el año anterior, según ACR. Esto situó el Índice de Costes Directos de Construcción de la compañía en 168,78 puntos, frente a los 170,32 puntos alcanzados en 2022. El Índice de Costes Directos de Construcción de ACR, que se basa en los precios de los materiales de construcción, su elaboración y la mano de obra necesaria, representa aproximadamente el 80% del coste total de la construcción.
Guillermo Jiménez Michavila, director general de ACR, manifestó: “Se trata de una delicada estabilidad, ya que algunos de los factores que repercuten de manera directa en los costes directos de construcción, como la inflación, el coste de la mano de obra, el coste de las materias primas o el precio de la energía, podrían registrar variaciones a lo largo del año”.
2024, el año de la delicada estabilidad
El año 2023 comenzó con una tendencia alcista en los precios, alcanzando máximos históricos de 172,04 puntos en el segundo trimestre. No obstante, se observó una moderación del Índice durante el segundo semestre, particularmente en los costos altamente dependientes del precio del petróleo y la energía utilizada en la fabricación de las materias primas. La potencial eliminación de políticas para mitigar el impacto del costo energético podría resultar en un aumento en los precios de los materiales en el futuro cercano.
Aunque no se anticipan cambios drásticos en 2024, Jiménez ha enfatizado la importancia de monitorear el entorno macroeconómico, especialmente la política monetaria. Se espera una baja en los tipos de interés para mediados de año, lo que podría reflejarse en un aumento en los costos de las materias primas. Según Jiménez, las variables que afectan al mercado son ahora ligeramente más predecibles que en años anteriores, lo que podría permitir anticipar las tendencias del mercado y evaluar la viabilidad de los proyectos con mayor fiabilidad.
Ligero repunte en la mano de obra
En 2023, el coste de la mano de obra registró un ligero aumento, influenciado por el proceso de maduración y puesta en marcha de algunos proyectos. Jiménez sugirió que, debido a la esperada reactivación de la actividad y un mercado más dinámico en 2024, podría aumentar el coste de la mano de obra debido a la escasez de talento cualificado, un problema estructural en el sector antes de la pandemia.
El Índice modera su subida
El índice de costes directos de construcción finalizó 2023 con una disminución interanual del -0,9%, ubicándose en 168,78 puntos, lo que representa una moderación en comparación con el máximo histórico de 172,04 puntos registrado en el segundo trimestre del año. Esta evolución rompe con la tendencia ascendente observada desde 2015, que había visto incrementos continuos durante 13 trimestres consecutivos. La tendencia de aumento se interrumpió brevemente con la crisis sanitaria de 2020, que resultó en caídas de hasta un 2,4% al finalizar ese año. Sin embargo, los costes retomaron su tendencia ascendente en 2021 y continuaron aumentando en los dos años siguientes.
En términos específicos, la mayor caída se observó en los costes de impermeabilización y cubiertas, que descendieron un -9,6% interanual en 2023. Seguido por los precios en vidriería y divisiones interiores, que cayeron un 9,2% y un 6,9% respectivamente. En contraste, los precios de los aparatos sanitarios y grifería experimentaron un incremento del 4,7% interanual, mientras que la carpintería exterior registró un aumento del 4,4%.