El desenlace del Brexit o el comportamiento de la libra, motivos para la moderación británica
Los compradores británicos siempre han tenido un gran protagonismo en el mercado inmobiliario español y pese a seguir siendo líderes en inversión, su cuota de mercado ha descendido en los últimos meses. Esta es una de las conclusiones que muestra la plataforma inmobiliaria Vitrio.
Según datos del Colegio de Registradores, recogidos por Vitrio, en el segundo trimestre de 2019, los británicos supusieron el 13,3 % de las compras realizados por extranjeros. Pese a ser la nacionalidad dominante en inversión en España, esta cifra supone su mínimo histórico.
Motivos como el desenlace del Brexit o el comportamiento de la libra pueden haber afectado a la implicación de los británicos en el mercado inmobiliario español.
No obstante, otras nacionalidades podrían ocupar el hueco dejado por los británicos, como es el caso de marroquíes y rumanos. Alejados de la inversión de “sol y playa”, que siempre ha motivado a británicos, franceses o alemanes, estos tipos de inversores adquieren viviendas alineadas con sus objetivos laborales en España, gracias en parte a la evolución del empleo en el país.
“Los marroquíes, por ejemplo, han pasado de la octava posición a la cuarta, habiendo registrado el 6,14 % del total de compras de viviendas por extranjeros en el primer trimestre del 2019, un aumento importante en comparación con la cifra que cerró el 2018, 4,67 %”, explican desde Vitrio.
Por otro lado, cabe destacar, el menos peso de los archipiélagos, que, a pesar de seguir estando entre las ubicaciones preferidas por los extranjeros, han registrado un gran retroceso. En el caso de Canarias, un 20,1 % menos y Baleares, un 13,7 % menos. Esta tendencia parece esta estrechamente relacionada con la pérdida de cuota de mercado de los británicos. Por su parte, otras comunidades como Cantabria, Asturias o Galicia presentaron cifras al alza.
Asimismo, las compras por parte de los extranjeros residentes aumentaron en detrimento de los no residentes. De este último grupo, las operaciones cayeron un 9,7% interanual, registrando así su tercera caída consecutiva. “Entre las razones de la caída en las transacciones de los no residentes se podrían plantear la normalización del ‘boom’ inversor en torno al alquiler turístico, el aumento de compra de extranjeros residentes con fines laborales o el incremento del precio promedio por metro cuadrado”, según comentan desde Vitrio.