La banca española acumula 180.000 millones de euros de crédito moroso según el Banco de España. AFES estima que entre el 20% y el 25% de éstos son créditos morosos de hipotecas a particulares
22 de octubre de 2013.- La morosidad de los créditos concedidos por los bancos a particulares y empresas se ha situado en 180.673 millones de euros y alcanza una tasa del 12,12% en el mes de agosto, marcando un nuevo récord histórico según datos del Banco de España. Con estas cifras, AFES (Asociación de Afectados por Embargos y Subastas) estima que entre el 20 y el 25% de dicho importe son créditos morosos de hipotecas a particulares, por tanto, las familias han dejado de pagar a la banca 45.000 millones en hipotecas.
“En la actualidad, hay un 5,1% de mora sobre más de seis millones de hipotecas concedidas, lo que se traduce en que más de 300.000 créditos hipotecarios de los particulares han dejado de ser pagados, luego cada familia debe una cuota media de hipoteca de 150.000 euros”, afirma Carlos Baños, presidente de AFES.
A pesar de que las ejecuciones hipotecarias han caído un 13,4% en el primer trimestre del año según el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la mora hipotecaria sigue subiendo. Según AFES este descenso se debe al convencimiento por parte de la banca de que la ejecución hipotecaria no es el camino a seguir a raíz de la recomendación del Banco Central Europeo (BCE) de evitar la ejecución porque resulta costosa.
Hasta ahora el método de resolución más utilizado por los bancos es la refinanciación. Una fórmula mediante la cual, la entidad financiera adecua las cuotas a los ingresos del deudor con carencia en el pago del préstamo y/o intereses ordinarios. Esta solución sólo es viable cuando la situación económica del deudor va a mejorar en el futuro. Sin embargo, hoy en día con una creciente tasa de desempleo y sin posibilidad de mejorar el tejido productivo, esta solución se convierte en una trampa más que en una salida. En el 65% de los casos, el motivo de impago de la hipoteca es el paro.
Para AFES, las refinanciaciones lo único que hacen es maquillar la situación sin llegar a solucionar el problema, por eso el Banco de España en una circular emitida la pasada semana, ha fijado un calendario estricto para que los bancos ajusten las valoraciones de los inmuebles que tienen en cartera al precio de mercado actual. Las entidades deben actualizar sus tasaciones y las que no lo hagan se verán penalizadas con más provisiones.
“Es hora de dejar a un lado la utilización del drama de la mora hipotecaria y de trabajar todos juntos en la misma dirección. La dación en pago es la solución más limpia pero produciría un ‘efecto llamada’ que provocaría un aumento de hipotecas impagadas, por ello pensamos que la quita es el mejor remedio y la banca tiene que interiorizar la quita como herramienta de trabajo”, explica Baños.
El mayor problema con el que se encuentra un ciudadano que no puede pagar la hipoteca de su vivienda, no es que pierda su casa, sino la deuda de por vida con la que se queda y que en la mayoría de los casos, le empuja hacia la economía sumergida.
Las nuevas medidas legislativas no han focalizado de lleno el problema y al final sólo son parches que lo único que han hecho es alargar la situación en el tiempo del deudor y seguir aumentando la tasa de morosidad hipotecaria en España. Las reformas en la Ley no han sido suficientes, sólo un 5% de los afectados se han podido beneficiar de éstas. Por ello, AFES entiende que la mediación es la vía más efectiva para la resolución de la mora hipotecaria entre el deudor y la entidad financiera.
AFES prevé que la tasa de mora hipotecaria superará el 6% en 2014 ante el creciente número de refinanciaciones fallidas, el incremento de la tasa de paro y la bajada del número de hipotecas. “Si los bancos no empiezan a mirar a los particulares en 2015 medio millón de familias habrán perdido su vivienda. Creemos que los bancos han mejorado su actitud y apostamos por la madurez de los ciudadanos para asumir sus responsabilidades, además de confiar en la implicación de los poderes públicos para apoyar iniciativas diferentes a las aplicadas hasta el momento”, concluye Baños.