Planner Exhibitions ha presentado el informe anual La reputación de las empresas promotoras, un estudio que se realiza a través de encuestas presenciales y online a los visitantes no profesionales del Salón Inmobiliario. Entre las principales conclusiones que se extraen del informe de 2023, destaca la madurez en la que ha entrado el sector, estabilizándose tras las continuas subidas de las primeras ediciones.
Este informe forma parte del programa de actividades del Observatorio de la Reputación Inmobiliaria, una iniciativa de Planner Exhibitions que cuenta entre su Comité de Expertos con representantes de 26 de las principales empresas e instituciones del sector.
El informe analiza la reputación de las empresas promotoras en base a cinco atributos: Confianza (“Son empresas en las que se puede confiar”), Transparencia (“Explican a sus clientes lo bueno y lo malo del producto ofertado, sin ocultar detalles de importancia”), Honestidad (“Son empresas que cumplen los compromisos adquiridos con sus clientes y si se producen incidencias, las asumen y resuelven”), Responsabilidad (“Son empresas respetuosas con la sociedad, sus trabajadores y el medio ambiente, y participan de acciones solidarias”) y Profesionalidad (“Son empresas profesionales, que conocen el servicio que prestan y que saben hacerlo correctamente”).
Estabilidad y madurez del sector
Los datos recogidos en el informe de este año consolidan la estabilidad y madurez de un sector que hasta 2021 venía registrando una tendencia al alza de manera ininterrumpida. El Indicador Global de Reputación de 2023 se sitúa en 5,4, puntos, tan sólo una décima por debajo del dato de 2022.
Para Eloy Bohúa, director general de Planner Exhibitons, “cabe destacar que, a pesar de estos ligeros ajustes, el indicador se mantiene por encima de la media de la serie histórica, 5,1 puntos. De acuerdo con los datos, la imagen de las promotoras inmobiliarias se mantiene en un nivel razonablemente bueno para una industria todavía joven en la gestión de la reputación”.
El repaso de cada uno de los cinco atributos analizados nos muestra un comportamiento similar a la evolución de su Indicador Global, con ligeros ajustes en la mayoría de los casos, a excepción de Transparencia, habitual “talón de Aquiles” del sector y que, sin embargo, este año mejora una décima.
Así, el indicador de Confianza se sitúa en 2023 en 5,3 puntos sobre 10 posibles (una décima menos que en 2022); Honestidad se mantiene sin cambios en 5,1; Responsabilidad cae una décima y se sitúa en 5,3 puntos y el indicador de Profesionalidad es el único que cae dos décimas, hasta los 6,4 puntos. Transparencia, el verso suelto de esta edición, remonta una décima respecto a 2022 hasta situarse en 4,9 puntos.
“Es importante contextualizar todos estos datos en una coyuntura sectorial marcada por el continuo incremento de los precios de la vivienda, además de por la cita electoral autonómica, que tuvo lugar el 28 de mayo, un momento económico y social marcado por la incertidumbre”, apunta Bohúa.
El “efecto limbo” recupera protagonismo
Tras corregirse en los últimos dos años, el llamado “efecto limbo”, esto es, la persistencia de opiniones neutras (quienes manifiestan estar sólo “Algo de acuerdo”), recupera protagonismo este año aumentando en cuatro de los cinco atributos analizados: Confianza pasa del 34,1% al 38,2%, Transparencia del 34,1% al 36,5%, Honestidad del 42,6% al 46,4% y Profesionalidad del 27,9% al 30,7%.
Responsabilidad es el único atributo que experimenta la tendencia contraria, con un punto y medio menos que en 2022, pero situándose aun así en el 40,4%. Bohúa apunta que “habrá que mantenerse atentos a próximas ediciones del informe para ver si este movimiento se convierte en tendencia o si, por el contrario, se trata de un aspecto puntual de este año”.
El Balance Reputacional Global (la diferencia entre el promedio de las opiniones favorables y el promedio de las desfavorables) sigue confirmando que la tendencia positiva alcanzada en 2021 ya es estructural en la percepción de las empresas promotoras. En 2023, se mantiene en la senda positiva con 14 puntos, aunque desciende frente a los 15,6 alcanzados en 2022.
El sexo y la edad, importantes en la percepción del sector
Tanto el sexo como la edad de los encuestados juegan un papel activo en el informe de este año. En cuanto a la percepción de hombres y mujeres, los datos de 2023 arrojan una clara diferencia: los hombres se vuelven más críticos y las mujeres mejoran su percepción, estrechándose las diferencias que se apreciaban en informes anteriores. El valor del Indicador Global de Reputación cae una décima en los hombres (5,5 puntos sobre 10) y aumenta dos décimas en las mujeres, hasta situarse en los 5,4 puntos.
En cuanto a la edad, los datos de 2023 muestran un cambio significativo respecto al año anterior, volviendo a tendencias vistas anteriormente. El grupo de edad más junior, el comprendido entre los 25 y 35 años, vuelve a posiciones más críticas tras haber sorprendido el año pasado como la franja de edad con mayores crecimientos positivos. Vuelven a ser los seniors, mayores de 60 años y franja de edad entre 46 y 60, los que expresan opiniones más favorables.
La imagen de los profesionales del sector cae por primera vez
En esta edición, como en años anteriores, el informe centra su atención en la percepción que tienen los potenciales compradores de vivienda sobre los profesionales del sector. Las respuestas de los encuestados reflejan una leve caída en la valoración global de los profesionales respecto a 2022. De esta forma vemos como la tendencia a la baja del Indicador de reputación se refleja también en la valoración global de los profesionales del sector, decreciendo tres décimas y situándose en los 6,8 puntos. En todo caso, y como es habitual, la valoración de los profesionales supera claramente a la de las empresas (este año, 1,4 puntos por encima del Indicador Global de Reputación).