Durante el primer trimestre del año se registró un aumento de más de seis décimas respecto al mismo periodo de tiempo de 2020 (5,78%)
La rentabilidad bruta del alquiler en España en el primer trimestre del año fue del 6,44%. Este es el rédito anual que un propietario de una vivienda consiguió al ponerla en alquiler tras su adquisición, según datos de pisos.com.
Así, teniendo en cuenta que el precio medio de compra de una residencia en España en este periodo de tiempo fue de 178.395 euros (105 m2 a 1.699 euros/m2) y que la renta media mensual fue de 958 euros, el propietario obtuvo un total de 11.496 euros brutos anuales, lo que le arrojó una rentabilidad bruta por el activo del 6,44%. Se trata de un aumento de más de seis décimas respecto al mismo trimestre de 2020 (5,78%) y de cinco centésimas con relación al cuarto trimestre de 2020 (6,39%).
“La tercera ola de la COVID-19 no ha impedido que el sector inmobiliario siga mostrando una gran fortaleza y seguridad para los inversores”, ha afirmado Ferran Font, director de estudios de pisos.com. En este sentido, el experto destaca que “la rentabilidad que los activos del real estate están registrando desde el inicio de la pandemia es notablemente más alta y estable que la de muchos otros activos, por lo que el inmobiliario se está consolidando en esta crisis como un valor refugio, especialmente en las grandes ciudades, donde se está dando una estabilización de los precios de compra y un alto dinamismo en el mercado de alquiler”.
El ranking del portal inmobiliario sobre la rentabilidad bruta del alquiler de viviendas en España dibuja una horquilla que va desde una rentabilidad del 7,18% registrada en Cataluña al 3,52% de Baleares.
De esta forma, en el análisis por comunidades autónomas, los precios competitivos para la compra de residencias en autonomías como Aragón (7,05%), Castilla y León (6,56%), Castilla-La Mancha (6,33%) o Murcia (6,27%) las colocan junto a Cataluña y Madrid en lo alto de una lista que cierran Galicia (5,26%), La Rioja (5,20%) y Baleares (3,55%), esta última por el elevado precio de compra de las propiedades y su elevada superficie.
El protagonismo de Cataluña y Madrid sigue confirmando la corrección de los precios de compra registrada desde inicios del 2020 en ambos territorios y el comportamiento estable de la demanda de alquiler, convirtiéndolos en los dos epicentros más interesantes para la inversión.