Las viviendas reformadas íntegramente en la Ciudad Condal incrementan un 42% su valor. Así lo señala el estudio elaborado por Gesvalt y Casavo, sobre la 'Rehabilitación de Viviendas en Madrid y Barcelona'. Este, realizado con datos propios de ambas compañías, refleja una diferencia media de 1.161 euros por metros cuadrado entre una vivienda completamente reformada y una sin reformar en Barcelona.
Esto supone así que, en promedio, las viviendas que han sido objeto de una reforma integral tienen un valor de un 42% superior a las viviendas que no han llevado a cabo ningún tipo de obra tras su construcción. A modo de ejemplo, el estudio señala que una vivienda con una superficie de 90 metros cuadrados podría aumentar su valor en más de 100.00 euros tras realizar una reforma integral.
Las compañías destacan que en el caso de las reformas parciales que no implican cambios estructurales en la vivienda, la diferencia puede alcanzar los 528 euros por metros cuadrados. Esto representa un aumento del 19% en el valor, lo que significa que una vivienda media de 90 metros cuadrados podría aumentar su valor en 47.520 euros.
El estudio también proporciona estimaciones de los costes de las reformas. Según los datos recopilados, el precio promedio para llevar a cabo una reforma parcial en una vivienda de 90 metros cuadrados con calidades estándar estaría entre 300 y 350 euros por metros cuadrado.
Por otro lado, el coste de una reforma integral podría ascender a 600 o 650 euros por metro cuadrado más IVA. Con estos datos, las empresas concluyen que la rentabilidad promedio de realizar una reforma integral se sitúa en 511 euros por metros cuadrado, mientras que para las reformas parciales es de 178 euros por metros cuadrado, lo que representa un retorno de inversión del 79% y 51% respectivamente.
Comparativa con la obra nueva
Según el informe conjunto de Casavo y Gesvalt sobre viviendas en Barcelona, se encontró que las viviendas de obra nueva tienen un valor un 7% más alto que las viviendas completamente reformadas. La diferencia aumenta al 22% para reformas parciales y al 35% para viviendas sin reformar.
Por ejemplo, en una vivienda de 90 metros cuadrados, la diferencia puede ser de 27.000 euros para una reforma completa, 84.000 euros para una reforma parcial y 131.000 euros para una vivienda sin reformar. No se encontró ningún distrito en Barcelona donde las viviendas reformadas superen en valor a las de obra nueva.
Los distritos de Gracia, Les Corts y Nou Barris presentaron mejor comportamiento, mientras que Sant Andreu y Sants Montjuic mostraron las mayores diferencias. También se observó que las viviendas de nueva construcción son más valoradas en los distritos de Les Corts, Eixample y Gracia, mientras que las viviendas sin rehabilitar son penalizadas en Ciutat Vella, Sant Andreu y Sants-Montjuic.
Las rehabilitaciones integrales sustituyen a la obra nueva
A cierre de 2022, el porcentaje de viviendas de obra nueva en Barcelona es inferior al 1% del total de oferta. Solo los distritos de Sant Andreu, Horta-Guinardó y Gracia superan el 1%, aunque ninguno alcanza el 2%. Debido a la falta de terrenos disponibles, se ha observado un aumento significativo en la oferta de viviendas completamente reformadas. Sant Andreu y Les Corts son los distritos con mayor proporción de viviendas reformadas, mientras que Sarriá-Sant Gervasi y Horta-Guinardó tienen la menor cuota de viviendas rehabilitadas.
Las viviendas con modificaciones representan casi el 85% de la oferta actual, lo que supone un descenso del 5% en comparación con el año anterior. En resumen, la reforma de viviendas de segunda mano se ha convertido en la mejor alternativa ante la escasez de viviendas de obra nueva, satisfaciendo las necesidades de los usuarios.
La eficiencia energética, valor diferencial de la vivienda
La renovación sostenible del parque inmobiliario en Barcelona es una preocupación importante. Según el informe de Gesvalt y Casavo, la sostenibilidad se está convirtiendo en un factor determinante en el valor de una vivienda. El estudio revela que las empresas especializadas en rehabilitación pueden mejorar la eficiencia energética de los edificios reformados hasta en un 60%. Por ejemplo, una vivienda inicialmente clasificada con una letra G en su Certificado de Eficiencia Energética puede alcanzar una letra D después de una reforma integral, reduciendo su consumo energético en más del 70% y las emisiones en un 65%.
Es importante tener en cuenta que las letras A, B o C generalmente se aplican a edificios de nueva construcción, y la mejora en eficiencia energética dependerá de las mejoras específicas realizadas en la vivienda, como el aislamiento térmico, el reemplazo de ventanas y la actualización de los sistemas de agua caliente, calefacción y refrigeración.