Knight Frank apunta que sector tendrá que ofrecer una experiencia más completa que nunca y recuperar la confianza de los clientes
En el momento tan excepcional en que nos encontramos, provocado por la pandemia del Covid-19, el retail es uno de los sectores más afectados, debido al confinamiento y a la consecuente bajada de consumo. Ahora, para recuperar una actividad normal, que no se prevé que llegue hasta 2022, este sector tendrá que buscar nuevas fórmulas con las que ofrecer una experiencia más completa que nunca, y recuperar la confianza de los clientes, a lo que sin duda ayudaría la creación de un sello de sanidad sanitaria. Esta es una de las conclusiones del informe “Snapshot de retail” correspondiente al primer trimestre de 2020, presentado Knight Frank, en el que se incluyen las primeras semanas tras el decreto de estado de alarma.
A 31 de marzo, las rentabilidades prime se habían mantenido estables (en el 5 % en Madrid para centros comerciales y 5,50 % en parques comerciales). Pero sin datos significativos desde el comienzo del estado de alarma, el sector se mantiene a la espera de ver la evolución en los próximos meses y apunta a que evidentemente se verán afectadas por la caída de ingresos. En las últimas semanas los propietarios han recibido una gran cantidad de solicitudes de descuentos en el alquiler y renegociación de los contratos, sobre todo en centros comerciales.
Por otra parte, tal y como indican desde Knight Frank, muchos comerciantes han suspendido sus planes de expansión y, a corto plazo, serán aún más cautos ante cualquier nueva apertura. “Con todo esto, y aunque todavía no es posible predecir el alcance real de esta situación, existe cierto consenso en el sector en que la recuperación total de los centros y parques comerciales no llegará hasta 2022. Con el nuevo escenario tras la pandemia de Covid-19 y pese a la liquidez general de los inversores, el mercado de inversión retail podría estancarse aún más a corto plazo, por lo que puede ser una buena oportunidad para algunos inversores oportunistas para adquirir productos que ofrecen rentabilidades altas”.
Como explica Elaine Beachill, head of Retail de Knight Frank, “para recuperar la confianza de los consumidores, resultará esencial contar con una estrategia de reapertura bien definida, que incluya un protocolo exhaustivo y un marketing creativo. Desde Knight Frank estamos recomendando a nuestros clientes estrategias para mantener a los inquilinos en la medida de lo posible con el fin de proteger el valor y liquidez de sus activos de cara a la recuperación del mercado tanto de retailers como de inversión en 2022”.
Adaptar modelos a la nueva era digital
Hasta entonces, los propietarios de locales comerciales y los comerciantes (algunos de los cuales ya tenían dificultades para adaptar sus modelos de negocio a la nueva era digital), tendrán que cooperar estrechamente para superar el desafío que plantea la rápida transformación hacia la digitalización y las compras online, un negocio que se ha visto especialmente impulsado.
Y es que, a los efectos directos del confinamiento en la actividad, hay que tener en cuenta que en las últimas semanas el comportamiento de compra de los consumidores ha cambiado. Usuarios que antes no confiaban en la venta online, han apostado por este medio, en gran parte en el consumo de alimentación y bebidas. A modo de ejemplo, el comercio electrónico de alimentación había aumentado el 15 de marzo un 54,1 % respecto al volumen registrado un año antes; pero después de un mes de confinamiento, el 12 de abril, el incremento era de hasta el 84,3 %. Estos datos contrastan con la evolución en el consumo en tienda, que tras un primer incremento del 79% al inicio de la pandemia (el 15 de marzo) ha registrado una variación mucho más moderada, de entorno al 10 % (10,5 % a 12 de abril) respecto a doce meses antes.
Al respecto de la situación del retail, Humphrey White, Managing Director de Knight Frank, apunta que en la consultora “creemos firmemente que la compra física no muere. Este sector ya venía reinventándose antes de la crisis, y esta situación será un efecto acelerador sobre tendencias que ya se veían. Las tiendas en el centro de las ciudades son perfectamente viables a futuro, las afluencias peatonales actúan de escaparate para incrementar también el tráfico a las páginas web de las marcas, mientras que las tiendas más grandes a veces actúan de almacén –ultimísima milla para distribución– y también como punto de venta. En lugar de una guerra entre comercio electrónico y tienda física, estamos en una época en la que el logístico, el click & collect, la tienda física, el parque de medianas y el centro comercial en la periferia con nuevas propuestas tienen que encontrar su sitio. Hay lugar para todos y todos pueden vivir en armonía y colaborar entre sí”.
Mercado de inversión en el primer trimestre de 2020
En el año 2019 ya se había registrado un fuerte descenso en el número de las operaciones de comercio minorista y se preveía un cierto ajuste en los precios para 2020. Antes de que se decretara el estado de alarma y se activaran las medidas de confinamiento, la inversión registraba un aumento respecto a los tres primeros meses de 2019. Así, según el análisis de la consultora inmobiliaria, el primer trimestre cerró con una inversión cercana a los 770 millones de euros, una cifra que supone un 280% más que durante el primer trimestre de 2019, y que está por encima del volumen total registrado entre enero y junio del pasado año.
En esta cifra tiene un gran peso la actividad inversora en centros comerciales, cuyas operaciones aportaron más del 80% del total del trimestre, destacando especialmente el cierre de la venta de Intu Asturias (que vuelve a llamarse Parque Principado) por 290 millones de euros. En cuanto al número de transacciones, la mayor inversión en el periodo se dio en parques de medianas, como la venta por parte de Family Cash de siete hipermercados en Valencia y Murcia.