El envejecimiento de la población y el aumento de la longevidad han provocado un incremento de la demanda de espacios para séniors, que ha despertado el interés de los fondos de inversión
En España, hay unos 390.000 mayores que viven en residencias y el sector, que da empleo a unas 180.000 personas, representa el 0,4% del PIB.
Actualmente, los mayores de 65 años suponen el 19,7% del total de la población (9,3 millones de españoles) y se estima que esta cifra aumente hasta el 26,5% en 2035. Según el informe El sector sociosanitario en España, publicado por EAE Business School, esto significa que se necesitarían en torno a 67.000 nuevas plazas solo para abastecer las necesidades de las principales áreas metropolitanas y ciudades de más de 80.000 habitantes.
Según el INE, los dos archipiélagos, con un crecimiento del 64% en Baleares y del 56% en Canarias, encabezarían el ranking de comunidades autónomas que más van a ver aumentada su población sénior en los próximos años. Seguidos de Murcia, con un incremento del 52%, así como Andalucía, Madrid y Valencia, con crecimientos de entre un 40% y un 50%.
Según Ricardo Buchó, fundador de Market-Res (marketingpararesidencias.com), "el potencial de crecimiento del sector y las oportunidades de inversión son una realidad al alza". "Las residencias de mayores, por las buenas perspectivas que ofrecen a medio y largo plazo, son uno de los mercados más atractivos y de mayor retorno para los inversores. La tasa de rentabilidad inicial de las residencias de mayores en España se sitúa, aproximadamente, en torno al 5,2%. Y hay que recordar que la OMS recomienda una ratio de cinco plazas por cada 100 personas mayores de 65 años, mientras que en España nos situamos en 4,2 plazas, es decir, que se deberían crear unas 80.000 nuevas plazas, lo que situaría el número de centros en nuestro país en unos 6.500", explica este experto.
Así, son muchos los inversores que "han visto atractiva la rentabilidad de un mercado en plena expansión, tanto desde el punto de vista inmobiliario, como en el de la gestión pública y/o privada", apunta el estudio.
En este sentido, Belén Marrón, autora del estudio y profesora de EAE Business School apunta a que es necesario "repensar el actual modelo hacia un nuevo lugar amable, que responda a las necesidades de una nueva generación más longeva y activa, que demanda otro tipo de servicios diferentes a los actuales". "Debemos entender que la vejez es diversa y que deben convivir diferentes modelos (la persona dependiente, el centenario, el activo). Humanizar las residencias, flexibilizarlas, gamificarlas e incluir devices", señala esta experta.
Un sector emergente
De ahí que en el mercado esté irrumpiendo una nueva tendencia: la denominada senior living o retirement living, que consiste en viviendas y casas para personas de más de 65 años que gozan de plena autonomía, y de buena salud física y mental. Según el estudio, este segmento está creciendo mucho y "en los próximos 30 años pasará a representar del 20% a algo más del 30%".
Existen tres tipos de senior living: el cohousing, un modelo de compra en propiedad en formato de cooperativa de los que allí conviven; el coliving, un conjunto de viviendas comunes que ha sido construido por una promotora que está enfocada al mercado sénior; y el senior living resort, un tipo de urbanización cerca del mar, al estilo pueblo vacacional para todo el año, que va más destinado al cliente extranjero, con numerosas facilidades y que gozan de servicios medicalizados básicos.
No obstante, Marrón apunta que "el sector es susceptible de vivir y experienciar nuevos modelos, nuevos diseños y nuevas ideas impulsadas y facilitadas por las mentes más abiertas y creativas del empresariado y de los profesionales del mundo de la golden age".
Los fondos de inversión ya han irrumpido con fuerza en este sector del mercado español, tanto por las oportunidades inmobiliarias, como por la facilidad –respecto de otros países europeos– por encontrar gestores profesionales que les ofrecen una rentabilidad cercana al 7% del negocio, tal y como recoge el estudio. Otras variables como la climatología templada y mediterránea, la alimentación, y una sanidad de calidad refuerzan que sea un destino atractivo para un gran número de personas mayores activas que huyen del frío y de las complicaciones de sistemas sanitarios mucho más retrasados.
"Todavía no ha surgido el modelo residencial idóneo. Vamos a ir conociendo nuevas formas de convivencia sorprendentes donde las tecnologías y las soluciones adaptadas y personalizadas nos permitirán determinar con libertad dónde queremos pasar y de qué forma nuestros últimos años en esta vida. Lo que sí sabemos es que necesitamos a nuestra gente, a nuestra familia y a nuestros amigos. Por eso, la tendencia de crear lugares en centros urbanos o rurales, pero que te permitan mantener tu estilo de vida, serán aquellos que, sin duda, tengan una mayor demanda. Queremos estar cuidados sin alejarnos de los nuestros", concluye la autora del informe.