Es el dato más bajo registrado en más de cuatro años, según el índice ARCA
El Índice Actualizador de Rentas de Contratos de Alquiler (ARCA) continua en descenso. El dato correspondiente al mes de enero se sitúa en un -1,37%, lo que supone que las rentas se actualizan con el dato más bajo registrado en más de cuatro años.
“Los últimos datos arrojados por Índice ARCA demuestran que el mercado inmobiliario del alquiler es capaz de autorregularse”, explica David Caraballo, director comercial de Alquiler Seguro. “La crisis de la COVID-19 ha supuesto un cambio de tendencia que se ha reflejado de inmediato en Índice ARCA, recordemos que en febrero del pasado año el dato rozaba el 5% en positivo. La salida al mercado del alquiler de viviendas o cerradas, o dedicadas a otro uso, está mejorando la relación entre oferta y demanda”, continua Caraballo.
Para el director comercial de Alquiler Seguro la mejor forma de contener las rentas es fomentar la oferta y no regular los precios. A su juicio, hay que poner en marcha medidas que activen el mercado, como ofrecer a los propietarios mayor seguridad o establecer incentivos fiscales directos vía IRPF.
Con el último dato del Índice ARCA, un contrato de alquiler con una renta de 700 euros firmado en enero de 2020, se actualizaría este año en 690,41 euros.
El Índice ARCA se ha creado con el objetivo de ofrecer una medida real de la variación de las rentas en el mercado del Alquiler en España, siendo actualmente el índice de referencia en la actualización de rentas de contratos de alquiler a nivel nacional.
El Índice ARCA es una magnitud que valora los precios de las rentas netas de un conjunto determinado de inmuebles en régimen de arrendamiento, sobre la base del conocimiento que implica la gestión del pago de las mismas. Es un índice representativo, puesto que se calcula sobre una muestra amplia, aleatoria y atomizada, de la evolución de las rentas de inmuebles en alquiler; fiable ya que se basa en la renta neta real pactada y aceptada en contrato –excluyendo costes externos como gastos de comunidad o tasas– y flexible, puesto que en su cálculo influyen tanto los contratos existentes como los nuevos contratos que entran en el mercado.