Juan Velayos, director general de Alantra, espera que se complete la bajada en un par de trimestres y recuperar los volúmenes y el valor del sector en dos o tres años
Es tiempo para oportunidades y oportunistas y también para dinero core que sigue pensando en el largo plazo. Los buenos inversores, las buenas compañías y operadores saldrán reforzados. Será el momento de los líderes para dirigir, para crear riqueza de nuevo y para estar preparados para aprovechar las oportunidades. Así de convencido se muestra Juan Velayos, director general de Alantra en declaraciones a Iberian Property, publicación de Iberinmo Grupo.
Es difícil saber cuántos trimestres serán necesarios para recuperarse tanto en actividad como en valor, pero la percepción de Velayos, es que va a ser una caída pronunciada y rápida hasta tocar fondo. Quedan por delante un par de trimestres complicados, pero que ofrecerán la seguridad de que no se va a bajar más. Aun así, se van a perder muchos trabajos, muchas empresas y mucha riqueza en este período, por lo que se tardarán dos o tres años en recuperar los niveles anteriores a la crisis.
Aquellos sectores en los que ha desaparecido la demanda y sobre los que pesa más incertidumbre sobre cuándo podrán volver a su actividad serán los más impactados por la crisis. Para el director general de Alantra los más afectados serán los hoteles. Igualmente, todo lo relacionado con el retail ha sufrido un gran shock en el corto plazo y mantiene su incertidumbre para el medio y largo plazo.
De la misma forma, las residencias de mayores también se han visto muy afectadas por lo que está ocurriendo en Europa y alrededor del mundo. Por otra parte, en el segmento residencial en venta también hay dudas sobre la capacidad de las personas para tener acceso a las hipotecas.
En esta coyuntura, Velayos apunta que puede ser un buen momento para inversores a largo plazo. “Es tiempo de incertidumbre, pero si se cree en los fundamentales del sector, surgirán buenas oportunidades”, afirma. Los inversores core, si están convencidos de que los indicadores responderán a largo plazo deberían mantenerse activos. Por otro lado, señala que “es un momento de disrupción e incertidumbre, por lo que surgirán posibilidades para que los inversores oportunistas se muestren más dinámicos”. Estos últimos, por definición, son más flexibles y toman decisiones más rápidas.
Todavía es pronto para saber cuáles serán los cambios en el sector inmobiliario tras esta crisis, pero Velayos no espera cambios dramáticos. El mundo va a transformarse y el inmobiliario lo hará como todos los sectores, pero a largo plazo no observa que ningún segmento que vaya a desaparecer con esta crisis. Algunos se ven más amenazados y todos evolucionarán. Por eso, “el reto de los inversores es entender estas transformaciones, su impacto en la demanda, en la oferta y en los costes operativos para saber a qué precio comprar. Las mejores oportunidades aparecerán para aquellos que sepan comprender estas variables de la mejor manera”. Por eso es optimista y llama a ser prudentes y a calcular muy bien las diferentes opciones.