Madrid y Barcelona duplican la media nacional, con subidas del 32 % y 30 %, respectivamente
13 de enero de 2020.- La subida media del precio de la vivienda en el periodo del 2014 al 2019 es del 12,9 % (de 1.459 euros en 2014 a 1.647 euros en 2019). No obstante, esta media varía significativamente dependiendo de la provincia analizada.
Así se desprende del Informe InmoCoyuntura del Instituto de Análisis Inmobiliario de la Tasadora Euroval, que asegura que la recuperación del valor de las viviendas ni ha llegado a toda España ni lo ha hecho por igual, hasta conformar un mercado residencial que se mueve a tres velocidades.
El Informe señala a Madrid y a Barcelona como las auténticas locomotoras de la recuperación del precio de la vivienda. Ambas provincias duplican la media nacional. De este modo, Madrid registra incrementos para el período analizado del 32,2 % (de 2.014 a 2.664 euros) y Barcelona, del 30 % (de 1.885 a 2.450 euros).
En un escalón inmediatamente inferior se posicionan, Málaga (24,1 %), Baleares (23,9 %), Las Palmas (22,1 %), Tenerife (18,6 %) y Melilla (15,4 %).
Asimismo, el grupo de la velocidad intermedia reúne a 26 provincias. De estas, solo siete superan la mitad del incremento medio nacional. Se trata de Valencia, Alicante, Navarra, Zaragoza, Gerona, Valladolid y Lugo, con subidas para el último lustro que oscilan entre el 10,1% y el 6,5%.
Por debajo de la mitad de la media nacional se sitúan otras 18 provincias: Lérida, Granada, Sevilla, Guadalajara, La Rioja, Tarragona, Cádiz, La Coruña, Cáceres, Toledo, Badajoz, Córdoba, Castellón, Jaén, Pontevedra, Salamanca y Albacete, con incrementos que varían entre el 5,3 % y el 0,1 %.
En el otro lado, 40 provincias españolas presentan un balance entre neutro y negativo. Es el caso de, Segovia, Soria, Cuenca, Ciudad Real, Ávila, Vizcaya, Ceuta, Teruel, Guipúzcoa, León, Álava, Cantabria, Huelva, Asturias, Burgos, Palencia, Murcia y Huesca con descensos en el precio medio entre el 7,7 % y el 0, 1%. Por su parte, Almería y Orense registran una evolución nula.
Respecto al stock residencial en los últimos 15 años, el informe señala que 2019 ha marcado un punto de inflexión en la reducción del stock acumulado durante los años del boom inmobiliario. Por primera vez desde 2013, este ha aumentado con respecto al ejercicio anterior (3 %) hasta las 475.532 unidades, 15.656 más que en 2018.
De esta manera, el stock residencial de nuestro país queda en niveles similares a los de 2017, (476.938 viviendas), pero muy lejos del máximo de 2008 (683.033 viviendas).
En este sentido, los autores del informe destacan que “los ritmos de absorción de este stock no han sido muy elevados, en especial si se tiene en cuenta dos factores. En primer lugar, que desde 2013, la producción residencial ha estado muy contenida, hasta el punto de que únicamente a partir de 2015 las viviendas iniciadas comienzan a ser más que las terminadas. Y, en segundo lugar, que la demanda residencial ha sido muy estable, lo que ha permitido importantes incrementos anuales en el volumen de transacciones”.