El repunte de los precios de la vivienda en Europa ha continuado hasta ahora pese a los acontecimientos económicos y geopolíticos. El incremento medio anual de los precios fue del 12,9% en el primer trimestre de 2022. Sin embargo, aunque han seguido subiendo de forma generalizada, están surgiendo algunas divergencias en las tasas de crecimiento, tal y como se extrae de un análisis realizado por Scope Ratings a partir de los datos de Eurostat.
En Europa del Este especialmente, los precios se están disparando, con la República Checa a la cabeza con un enorme aumento del 24,7%, seguida de Hungría y los países bálticos. Esto se compara con países como Italia y Finlandia, con tasas más moderadas, inferiores al 5%. Prevemos que esta evolución continúe en los próximos trimestres, ya que los mercados europeos de la vivienda se expandirán aún más.
Tras la primera subida de tipos de interés del BCE en más de una década, la normalización monetaria ha llegado por fin a la eurozona. Esto hará que los tipos de interés de las hipotecas suban, reduciendo la asequibilidad para las familias y disminuyendo la demanda de compra de viviendas. Pero los precios se verán impulsados tanto o más por factores específicos de cada país.
En primer lugar, la subida de los tipos hipotecarios no impedirá necesariamente que los precios de la vivienda sigan aumentando. La República Checa es un ejemplo claro de esto. Los tipos hipotecarios checos se sitúan en el 4%, frente a un mínimo del 2% a principios de 2021. A pesar de que los tipos hipotecarios se han multiplicado por dos, los precios de la vivienda han aumentado más del 30%. Lo único que enfriará el mercado serán nuevas subidas de los tipos combinadas con la reintroducción por parte del Banco Nacional Checo de restricciones a los préstamos hipotecarios, incluyendo límites a los valores de los préstamos y a la capacidad de servicio de la deuda.