El 2022 ha arrancado más fuerte que nunca, demostrando una recuperación tras la pandemia. A pesar de la gran incertidumbre que existe en un contexto internacional, la creciente subida de los tipos de interés y de la inflación, los datos muestran que el sector inmobiliario no pisa el freno y continúa su carrera de fondo de la mano de grandes inversiones. Este dinamismo nos deja datos como los que muestra BNP Paribas Real Estate: el primer semestre estuvo marcado por una inversión de 4.580 millones de euros en el mercado inmobiliario español, unas cifras que hacen historia.
Respecto al mercado inmobiliario de viviendas, los datos muestran que el año ha arrancado con especial fuerza, demostrando una rápida recuperación del sector, muy dinámico en estos momentos. Así lo muestran los datos de la constructora Alza, cuyas cifras del primer semestre apuntan un total de nueve obras adjudicadas con presupuesto de 88.950.518,15€. Actualmente tiene 32 obras en curso y ha logrado en el plazo indicado una facturación de 48.125.000€, representando unos datos favorables en la inversión nacional.
Unos datos que, según Bankinter, se estabilizarán en 100.000 viviendas construidas al año para 2023, vaticinando una subida del 1% en los precios. El Banco de España vaticina, por su parte, que en lo que queda de año las viviendas iniciadas y terminadas suban un 26% y 13% respectivamente comparando con datos de 2021. Actualmente, más del 90% de las viviendas en alquiler están en manos de particulares, que en muchas ocasiones no son capaces de responder a las nuevas demandas de vivienda. En este sentido, la gestión profesionalizada puede cobrar mucha fuerza.
La situación se describe cómo única, en un entorno lleno de oportunidades, donde los procesos de negociación abiertos hacen pensar que el segundo semestre podría ser igual de prometedor que el primero. Es importante recordar que en 2021 las inversiones crecieron un 30%, dejando atrás grandes picos como el de 2019.