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Según un estudio realizado por AIS Group, tras la cartera de crédito a la construcción es la que más ha caído en volumen de crédito y la que presenta los índices más altos de morosidad
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El crédito a actividades inmobiliarias representa el 19% del total del crédito a empresas en España, más que ningún otro sector
24 de julio de 2018.- La cartera de créditos a empresas dedicadas a actividades inmobiliarias cayó más de 10.800 millones de euros entre 2016 y 2017, así se extrae del informe “Evolución del crédito a actividades productivas en España por sectores de actividad”, publicado por la consultora especialista en gestión del riesgo de crédito, .
Esta caída del crédito a este segmento supone una rebaja del 9% en la cartera al haber pasado de 120.805 millones de euros en diciembre de 2016 a algo menos de 110.000 millones al cierre de 2017. Esto equivale prácticamente a la quinta parte del total del crédito a empresas, que en el último ejercicio era aproximadamente de 590.000 millones de euros.
El crédito a compañías inmobiliarias enlaza ya 8 años de caída continuada. Así desde 2009, año en que esta cartera era más cuantiosa (323.000 millones de euros), el total de la caída del crédito se sitúa en el 66%.
El análisis de la tasa de variación revela que la situación, pese a seguir siendo de crecimiento negativo, se está ralentizando el ritmo de caída respecto a los peores años. Así las tasas negativas del 25% y el 20% que se dieron en 2012 y 2013, han dejado paso a algunas algo más moderadas en los años siguientes (entre el 15% y el 10%), hasta situarse en el 9% a final de 2017, el primer año en que la tasa está por debajo del 10 por ciento.
Baja la tasa de morosidad, aunque sigue siendo elevada
En cuanto a la tasa de morosidad, la cartera de créditos a empresas de actividades inmobiliarias registraba en diciembre de 2017 un 18,1% de mora. Esto son casi 7,5 puntos porcentuales de lo que marcaba en 2016 (25,5%). De hecho, este indicador lleva ya 4 años en tendencia descendente, desde que en diciembre de 2013 alcanzara su máximo: 38%. Sin embargo, pese a estos buenos indicios, cabe destacar que la tasa de morosidad de la cartera de créditos a empresas del sector inmobiliario era al cierre de 2017 la segunda más alta de todos los sectores de actividad, sólo superada por la de la construcción (24,1%).
La importancia de los datos en la gestión del riesgo de crédito
José Manuel Aguirre, economista y director comercial de AIS Group, afirma que “la evolución de la macroeconomía es el principal driver de la mejora o empeoramiento de la calidad del riesgo de las carteras de las entidades financieras. En el momento actual, normativas como IFRS9 provocan que las entidades estén muy preocupadas por la calidad de sus carteras, en función de los requerimientos de capital, por lo que las herramientas de seguimiento cobran una gran relevancia. Anticiparse lo máximo posible a potenciales situaciones de deterioro que acaben impactando en su nivel de provisiones y capital es una prioridad. Cuanto antes se pueda prever un empeoramiento de la situación de los deudores, más tiempo habrá para poder adoptar medidas de mitigación del riesgo asumido. También es crítico poder simular una diversidad de escenarios macroeconómicos para predecir la evolución de las carteras en cada uno de ellos. Esto es lo que llamamos stress testing”.
Por otro lado –comenta Aguirre– ahora vivimos un momento de auge en la aplicación de nuevas técnicas de modelización en la gestión del riesgo. “Las entidades están implementando la inteligencia artificial y en particular las técnicas de machine learning en sus modelos de gestión del riesgo de crédito pues de este modo, su nivel de predicción es hasta un 50% más elevado, multiplicando así la eficacia y la eficiencia de la capacidad predictiva de los modelos. Y ese debe ser el camino a seguir para llevar a cabo un mejor control del riesgo, tanto en las operaciones con particulares como con empresas”.