Oficemen demanda una reactivación inmediata de nuestra economía a través del sector de la construcción
El consumo de cemento en España se ha desplomado en abril un 50 %, lo que lo sitúa en 598.051 toneladas, 597.242 menos que en el mismo mes del año anterior, según los últimos datos publicados en la Estadística del Cemento. No existen precedentes, en la serie histórica reciente que se remonta hasta 1964, de un dato mensual de consumo tan bajo.
Estos datos, han acelerado la caída acumulada en lo que va de año, que se sitúa ya en una pérdida del 22 %. En valores absolutos, el consumo en los cuatro primeros meses del año se sitúa en 3.731.505 toneladas, más de un millón de toneladas menos que en el mismo período de 2019.
Se confirman así los peores augurios de caída realizados por el departamento de estudios de Oficemen, que ya avanzó un descenso similar para la segunda quincena del pasado mes de marzo, a pesar de que en esas fechas aún se mantenía la actividad constructora.
“El dato más bajo de consumo mensual de cemento en la serie histórica -excluyendo los datos de la reciente crisis- fue el de marzo de 1964 y entonces la cifra fue de 780.000 toneladas, 182.000 toneladas más que el dato de este mes”, explica el presidente de Oficemen, Víctor García Brosa. “La caída del 50 % está asociada a la paralización completa del sector construcción, decretada por el Gobierno desde el 30 de marzo hasta el 9 de abril, para impedir la extensión de la pandemia. Esto nos lleva a pensar que, en el resto de los días hábiles del mes de abril, la caída del consumo se sitúa en el entorno del 30%. Si no se reactiva la economía de forma inmediata, podemos encontrarnos ante una situación en el consumo de cemento en nuestro país, peor que el peor año de la crisis anterior”, concluye el presidente de Oficemen.
Por lo que respecta a los datos del año móvil (mayo 2019 - abril 2020), la caída se acelera hasta un 4,6 %, con una pérdida de más de 600.000 toneladas, lo que sitúa el computo acumulado de los últimos doce meses por debajo de los 14 millones de toneladas.
“Se deben impulsar ya planes de inversión que permitan la reactivación inmediata de nuestra economía, o será tarde. En este sentido, la construcción y su cadena de valor asociada deberían ser la principal palanca de la reactivación económica, dado el efecto multiplicador para otros sectores económicos, su capacidad para generar empleo y el poder transformador para la sociedad de la inversión en infraestructuras. Es la hora de activar las construcciones ligadas a la agenda 2030, y al “Pacto Verde “europeo, así como el relanzamiento de la demanda en el sector residencial en cuanto a obra nueva (por ejemplo, mediante un plan público de vivienda social para alquileres a largo plazo) e impulsar la rehabilitación de edificios con criterios de eficiencia energética. Viviendas e infraestructuras no como un fin en sí mismas, sino con el doble objetivo de ser palanca principal de la recuperación y a la vez cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible”, añade García Brosa.
Vuelven las caídas en la exportación
Tras el respiro del pasado mes, las exportaciones, con un mercado internacional muy afectado por la paralización económica derivada del confinamiento por la pandemia a escala global, vuelven a los números rojos vividos durante los 33 meses anteriores, con una fortísima caída del 63,6%, que supone una pérdida de 416.000 toneladas en abril.
En el acumulado del año la caída se sitúa en el 25,5%, con casi 600.000 toneladas menos. Los datos del año móvil no son más halagüeños y continúan cayendo un 28%, con una pérdida de más de dos millones de toneladas en los últimos doce meses.