A cierre de 2022, el esfuerzo para adquirir una vivienda residencial alcanzó su mínimo histórico para el conjunto de España en 18 años. Así lo señala en informe en laborado por UVE Valoraciones, sociedad de tasación que anualmente realiza un estudio sobre el esfuerzo que tiene que asumir los españoles a la hora de adquirir un hogar.
Según la tasadora, en 2022 dicho esfuerzo se fijó en 6,32 años trabajados de media. Esto significa que se necesitó la renta de 6,32 años de toda una familia para que esta pudiera comprar una vivienda propia. Dicha cifra encuentra su lado opuesto con el máximo histórico registrado en 2007, año en el que el esfuerzo para adquirir una vivienda se traducía en la renta de 8,15 años de trabajo de toda una familia para tener una casa en propiedad.
Para exponer estos datos, UVE Valoraciones realiza el estudio analizando la situación de las 276 ciudades más pobladas de España y, de hecho, establece que el esfuerzo es muy diferente entre unos y otros municipios.
La tasadora ha calculado una ratio precio medio/renta familiar como medida de esfuerzo para comprar una vivienda. Con todo ello, el estudio analiza la relación entre las medias anuales por hogar y los precios medios de las viviendas de 276 municipios de mayor población, representando el 60% de toda España, y teniendo en cuenta los datos de precio medio unitarios de viviendas del Ministerio de Fomento entre los años 2006 y 2021. También se estudian los distritos de Madrid y Barcelona a partir de los datos publicados por los notarios.
En palabras de Germán Pérez Barrio, presidente de UVE Valoraciones, “el dato de 2022 es el más bajo desde 2005, lo que demuestra que 2022 fue el año en el que los compradores de vivienda tuvieron que hacer el menor esfuerzo para la adquisición de un hogar de los últimos 18 años”. Y añade que, “en el polo opuesto, el año que exigió un mayor esfuerzo fue 2007, con 8,15 años, pero estos datos generales enmascaran diferencias notables de evolución del esfuerzo en diferentes zonas”.
Por tanto, el estudio señala que la evolución general del esfuerzo es muy diferente según el municipio elegido. Mientras que el mínimo esfuerzo data en 2015 en ciudades como Madrid, Barcelona y Palma, en otras como Valencia, Zaragoza, Sevilla, Málaga y Murcia, los años en lo que menos le costó a los españoles adquirir una vivienda fueron 2017 y 2018.
Cabe destacar que durante los años de la pandemia se redujo este esfuerzo, aunque también se observan grandes diferencias en el incremento del esfuerzo en estos ocho municipios desde el mínimo al actual, variando en un aumento en el número de años del 25,15% en Palma de Mallorca, al 6,71% en Murcia. Mientras, para el conjunto de municipios, la oscilación es mayor entre el máximo de Ibiza (62,6% de aumento de esfuerzo en años desde 2005), al mínimo de Zamora (0%, es decir, que el menor esfuerzo se registró en 2022).
Puertollano, el municipio donde se requiere menos esfuerzo, y Santa Eulalia del Río, donde más cuesta tener una vivienda en propiedad
El análisis de UVE Valoraciones ordena los 15 municipios donde se requieren menos años de trabajo para comprar una vivienda en España. Y, en contraposición, muestra los 30 municipios que, por el contrario, demandan un mayor esfuerzo.
Según los datos aportados por la tasadora, Puertollano (Ciudad Real) es el municipio en el que una familia debe dedicar un menor esfuerzo para tener una casa en propiedad, con 2,47 años trabajados. Le siguen Mieres (2,87), Algemesí (2,89), Novelda (2,98), Xàtiva (3,05), Soria (3,08), Ontinyent (3,14), Villareal (3,18), Ponferrada (3,18), Langreo (3,25), Ávila (3,29), Yecla (3,40), Alzira (3,42), Burriana (3,42) y Ferrol (3,43).
En el polo opuesto nos encontramos con los municipios que demandan un mayor esfuerzo con más años de renta destinados a la compra de una vivienda en 2022. Esta lista la encabezan el municipio ibicenco de Santa Eulalia del Río y el municipio alicantino de Jávea, con 17,29 y 15,46 años respectivamente.
A estos le siguen Marbella (15,18), Adeje (14,73) y Sant Bartolomé de Tirajana (14,10). A estos le siguen Calvià (13,73), Arona (13,09), Fuengirola (12,78), Ibiza (12,57), Mijas (11,44), Ciutadella de Menorca (10,91), Estepona (10,46), Benidorm (10,30), Llucmajor (9,97), Benalmádena (9,49), San Roque (9,14), Lloret de Mar (9,09), Madrid (8,83), Torremolinos (8,79), Merratxí (8,75), Granadilla de Abona (8,60), Palma de Mallorca (8,58), Puerto de la Cruz (8,51), Denia (8,45), Gavà (8,08), Alhaurín de la Torre (8,02), Castelldefels (7,98), Barcelona (7,98), Maó-Mahón (7,84) y San Sebastián (7,79).
Aparte de Madrid, Barcelona y Donostia, la tasadora destaca que todos ellos son municipios en los que la actividad turística es dominante, "un hecho que sugiere que los precios de las viviendas en zonas turísticas podrían estar relacionados con la renta familiar de sus poblaciones de una forma diferente a la del resto".
Distritos en los que más aumenta el esfuerzo para comprar una vivienda: Ibiza y Sana Eulalia del Río, Carabanchel y Usera
El informe de UVE Valoraciones representa la relación de las rentas familiares con los precios de las viviendas para 2021 en los distritos de Madrid y Barcelona y concluye que la correlación entre rentas y precios es bastante alta (0,80) en los distritos estudiados. Al representar la relación entre estas dos variables para los 276 municipios estudiados, la correlación, en este caso, baja al 0,53. Pero, al quitar los municipios con un fuerte componente turístico, la correlación sube casi al 0,77.
En el estudio, la compañía de tasación ha analizado la evolución del esfuerzo desde el mínimo de la serie, que comienza en 2005 y ha observado evoluciones muy dispares. Ibiza (62,2%), Santa Eulalia del Río (58,4%), Adeje (43,1), Arteixo (38,3%) y Ciutadella de Menorca (36,4%), son los municipios en los que el esfuerzo ha crecido más desde el mínimo. Y Carabanchel (53,6%), Usera (48,8%), Sant Andreu (48,5%), Latina (47,9%) y Puente de Vallecas (43,9%) los distritos de Madrid y Barcelona donde ha sucedido lo mismo.
En su mayor parte, son municipios con alto componente turísticos y algunos de las periferias de Madrid y Barcelona. Las cifras permiten concluir que, en 59 de los 276 municipios estudiados, el mínimo esfuerzo se alcanzó en 2022.
“La renta familiar es el factor que más se correlaciona con los precios de las viviendas, a excepción de los municipios en los que el sector predominante de la economía es el turismo. Es posible que los precios de los municipios turísticos tengan una correlación mayor con las rentas de los extranjeros que compran en ellos”, explica Germán Pérez Barrio, presidente de UVE Valoraciones.
“Del presente estudio se arroja que el actual ciclo inmobiliario, comenzado a finales de 2014, se caracteriza por la heterogeneidad en la evolución en cada zona, en contraste con una evolución relativamente más uniforme en el ciclo de 1996 a 2014. En los municipios turísticos y los distritos no centrales de Madrid y Barcelona es donde se ha producido el mayor aumento de número de años necesarios para comprar desde el mínimo de la serie. En muchas zonas de España no sólo no ha aumentado desde 2005, sino que se registró el esfuerzo mínimo en 2022”, añade Pérez Barrio.