Vivia, joint venture entre Grupo Lar y Elix, nace como operador especializado en la gestión profesional del mercado residencial, con un portfolio inicial de 5.000 viviendas y activos valorados en 1.200 millones de euros. Su CEO, Daniel Toribio, explica los objetivos del plan estratégico 2026-2029 y el papel de la compañía en la consolidación del mercado institucional del alquiler.Vivia nace en un momento de crecimiento del alquiler institucional y fragmentación del mercado. ¿Qué necesidades buscan cubrir, qué posición aspira a ocupar frente a otros operadores y cómo encaja en su modelo la gestión de Flex Living?Daniel Toribio: Nuestra visión es clara: queremos ocupar el espacio del gestor profesional del alquiler, un segmento todavía poco desarrollado en España. Hoy existen pocos operadores especializados en la administración patrimonial, y precisamente ahí se sitúan los orígenes de Vivia, en la unión de la experiencia previa de Grupo Lar y Elix.Más que un nacimiento, es la evolución natural de un trabajo que ya veníamos realizando por separado, pero ahora desde una estructura común. Operamos en un mercado atomizado, donde el mayor gestor profesional apenas supera el 2 % de cuota, lo que demuestra el recorrido que aún tiene la profesionalización del alquiler. Nuestro objetivo es ofrecer certidumbre al inversor, asegurando que la evolución de su patrimonio se gestiona con criterios estratégicos y resultados medibles.Nuestra diferencia radica en el talento inmobiliario del equipo. La mayoría de los directivos y parte del personal operativo han trabajado en patrimonialistas o fondos, gestionando sus propios portfolios. Esa experiencia nos permite entender qué exige un inversor y cómo responder a sus expectativas. Cada miembro del equipo siente el rendimiento operativo —el NOI— como propio, lo que refuerza la implicación y la eficiencia de toda la organización.Todas nuestras decisiones giran en torno a la rentabilidad de los activos, con el inquilino en el centro y aprovechando la economía de escala que nos permite administrar 5 000 viviendas. Así optimizamos procesos, reducimos los tiempos de activos sin explotación y mantenemos una gestión alineada con los intereses de cada propietario.Más allá del contexto de mercado, ¿cómo fue el proceso de creación?D. T: Ha sido exigente y apasionante. Sabíamos el objetivo que queríamos alcanzar, pero llegar hasta él implicó un trabajo intenso y una gran coordinación. Con perspectiva, ha sido una de las etapas más estimulantes de nuestra trayectoria profesional.Desde el inicio hubo una total alineación entre los socios. Identificamos con rapidez las fortalezas de cada compañía y cómo se complementaban, lo que nos permitió definir un plan de integración ágil y operativo. El apoyo de la dirección de Grupo Lar y del equipo directivo de Elix fue determinante. Unir dos culturas corporativas siempre supone un reto, pero tanto Javier Ortelano como Jaime Lacasa desempeñaron un papel clave. Gracias a ese espíritu de colaboración, hoy Vivia es una realidad consolidada.La compañía inicia su actividad con 5.000 viviendas bajo gestión. ¿Qué objetivos de crecimiento se han marcado?D. T: Contamos con un plan estratégico 2026-2029 que prevé ampliar nuestra presencia a Valencia y Málaga, además de reforzar los mercados donde ya operamos. También, incrementaremos la cartera de viviendas gestionadas en distintas fórmulas de explotación residencial.Queremos seguir creciendo en el mercado institucional, actuando como un miembro más del equipo de cada inversor. Actualmente colaboramos con family offices, que valoran especialmente un servicio de alto nivel, y también gestionamos unas 500 viviendas para particulares o pequeños inversores, que se benefician de nuestra economía de escala. Aplicamos los mismos procedimientos de gestión y capacidad de negociación tanto a quien posee dos viviendas como al mayor de nuestros patrimonialistas.Nuestro objetivo es alcanzar las 8.000 viviendas bajo gestión en 2029, una cifra realista dentro del plan. No buscamos solo volumen, sino un crecimiento escalable y eficiente, manteniendo nuestros principios de certidumbre de gestión y alineación estratégica con los propietarios."Gestionamos aproximadamente 1.200 millones de euros en valor de activos bajo gestión (GAV), procedentes tanto de capital nacional como internacional"Entre los clientes de Vivia figuran inversores institucionales y family offices. ¿Qué volumen de inversión gestionan actualmente y qué tipo de capital predomina?D. T: Gestionamos aproximadamente 1.200 millones de euros en valor de activos bajo gestión (GAV), procedentes tanto de capital nacional como internacional. Nuestra base de clientes combina grandes fondos institucionales con family offices, lo que nos permite diversificar y adaptar los servicios de gestión a distintas estrategias.Entre los inversores institucionales con los que trabajamos destacan PIMCO, uno de los mayores fondos de inversión estadounidenses; CBRE Investment Management, que gestiona algunos de los vehículos residenciales más relevantes de Europa; y Primonial REIM, en el marco de su alianza con Grupo Lar. Colaboramos también con un fondo institucional de origen neerlandés y con varios family offices que valoran especialmente la estabilidad y la profesionalización de la gestión.En conjunto, nuestro modelo multicliente nos permite trasladar los mismos estándares de eficiencia y transparencia.El plan de expansión territorial comienza en Madrid y Barcelona, con incorporación inmediata de Valencia y Málaga, y posteriormente de otras capitales. ¿Qué criterios han seguido para seleccionar estas ciudades?D. T: No somos inversores, somos operadores. Nuestro papel consiste en acompañar al inversor o al patrimonialista allí donde surgen oportunidades y donde se consolida la demanda de gestión profesional. Este enfoque explica nuestra presencia inicial en Madrid y Barcelona, donde históricamente ha estado concentrada la actividad de Grupo Lar y Elix.En los últimos años hemos observado un desplazamiento del capital —especialmente de family offices catalanes— hacia Madrid y otras ciudades, lo que nos ha llevado a reforzar esa posición y preparar la incorporación de Valencia y Málaga. Valencia, tras casi una década sin apenas desarrollo residencial, presenta un potencial enorme; y Málaga, con su dinamismo económico y la llegada de talento internacional, está impulsando un mercado de alquiler cada vez más activo.A medio plazo también vemos recorrido en ciudades como Sevilla, Zaragoza, Bilbao o Alicante, donde el alquiler institucional aún tiene margen de crecimiento. España sigue enfrentando una escasez estructural de vivienda, y factores como el aumento de hogares unipersonales, la mayor esperanza de vida o la atracción de talento internacional seguirán alimentando esa demanda.En cuanto a la tipología de activos, ¿en qué segmentos se concentrarán?D. T: Nuestro modelo se basa en la versatilidad operativa. Gestionamos prácticamente todas las modalidades residenciales: vivienda atomizada, multifamily, media y larga estancia, e incluso alquiler vacacional. No diferenciamos por ubicación o tamaño, sino por la estrategia de cada propietario.Podemos administrar desde un activo Build to Rent de gran escala hasta una cartera dispersa de viviendas individuales. Lo importante es ofrecer una gestión integral y eficiente, alineada con los objetivos del cliente y con una visión a largo plazo del activo. Esa capacidad de adaptación define nuestro papel como operador especializado.