A lo largo de los tres últimos años, un gran número de empresas ha decidido sustituir sus oficinas tradicionales por los espacios de trabajo flexibles.
Para conocer los retos y desafíos a los que se enfrentan los propietarios patrimonialistas y los fondos, pero también los operadores, Observatorio Inmobiliario organizó el pasado 23 de marzo un desayuno editorial que, bajo el título 'Los espacios de trabajo se vuelven flexibles', reunió a destacados expertos del sector en las instalaciones de ESCP Business School en Madrid.
Los seis protagonistas de este nuevo desayuno inmobiliario fueron Jaime Luque, Full Professor de Mercados Inmobiliarios en ESCP Business School; Joaquina Garrido-Arroquia, vocal de la Junta Directiva de IFMA España (Asociación de Facility Management); Leticia Ponz, Head of Union Investment Real Estate Spanish office; Diego Laguía, Inversión y Gestión de Activos para España y Portugal en M&G Real Estate; Ignacio Gómez de Barreda, Head de Oficinas Agencia Madrid de BNP Paribas Real Estate; y Santiago Mata, Regional Partnership Sales Director - Southern Europe en IWG.
Para empezar, el representante de ESCP Business School, Jaime Luque, esbozó cómo la situación económica actual se ha trasladado al mercado inmobiliario y, más concretamente, al de oficinas. “Ha habido un cambio estructural y macroeconómico hacia un trabajo híbrido que no siempre tiene que ser más productivo. Hay una demanda importante de oficinas, pero con una readaptación a los espacios de trabajo flexibles”, destacó.
¿Quieres conocer las conclusiones que sacaron del desayuno Santiago Mata, Joaquina Garrido-Arroquia y Diego Laguía? Aquí tienes los vídeos-resumen de estos tres expertos:
Por su parte, Joaquina Garrido-Arroquia, vocal de IFMA, subrayó que existen muchos estudios que concluyen que las personas quieren trabajar desde casa; un informe de World Economy Forum apunta que el 83% de los trabajadores quieren horas de trabajo flexibles.
Pese a esta flexibilidad responsable, en donde es el empleado quien decide si acude o no a la oficina, existe una realidad: “Los trabajos administrativos o informáticos se pueden hacer desde casa, pero el de comercial, que está más orientado al cliente, requieren poder ir a la oficina, aunque siempre con un propósito”, argumentó la vocal de IFMA.
Según Garrido-Arroquia, “no se puede olvidar la tecnología, intentar saber qué espacio necesitamos y medir los consumos. La empresa tiene que tener un portfolio de oficinas variado, más flexible y con distintas localizaciones”.
83%flexibilidad
Según un informe del World Economy Forum, al 83% de los trabajadores le gustaría contar con horas de trabajo flexibles
Desde el punto de vista de la representante de IFMA, las empresas necesitan flexibilidad y estar en el centro de las ciudades, aunque esto implique una inversión por estar más cerca de sus clientes. Además, matizó, que elegir unos días de la semana determinados -normalmente martes, miércoles y jueves- para acudir a la oficina supone una complicación para los equipos que gestionan las compañías.
Para Leticia Ponz, Head of Union Investment Real Estate Spanish office, la clave está en la productividad. “Los inquilinos siempre han querido flexibilidad, pero los propietarios patrimonialistas o fondos no podemos dársela porque penaliza los activos inmobiliarios”.
¿Quieres conocer las conclusiones que sacaron del desayuno Leticia Ponz, Jaime Luque e Ignacio Gómez de Barreda? Aquí tienes los vídeos-resumen de estos tres expertos:
La regla general es que la productividad ha bajado y los arrendadores quieren que los empleados vuelvan a la oficina. Mientras, los inquilinos quieren calidad con ahorro de costes y reducen espacios y racionalizan el uso de sus oficinas. "Los datos están ahí: solo el 30% de los coworkings resulta rentable", aportó Ponz. Y continuó diciendo que “el Covid ha sido un acelerador que nos ha llevado a este trabajo híbrido, que ha venido para quedarse; está claro que tenemos que adaptar nuestros espacios”.
Santiago Mata, Regional Partnership Sales Director - Southern Europe en IWG, abogó, en cambio, por ofrecer al empleado trabajar dónde y cómo quiera. “Apostamos por un modelo híbrido: desde casa, en oficina o en un sitio cercano en entorno colaborativo”, afirmó.
Según los datos que aportó el representante de IWG, el 63% de los empleados quiere trabajar en espacios flexibles. “Y es que”, matizó, “la generación Z no quiere oficinas, y si se quiere atraer talento joven tienes que ofrecer un modelo híbrido”.
El trabajo flexible es imparable. Y lo es para todas las partes involucradas: tanto para el propietario, que se le da una alternativa a sus espacios para sacar una mayor rentabilidad; para las compañías, ya que dependiendo de sus estrategias pueden aumentar o disminuir estos espacios colaborativos, y, por último, para aquellos trabajadores que quieren trabajar cerca de casa y quieren modelos más sostenibles, explicó Mata.
30%ESPACIOS DE TRABAJO
De aquí al año 2030, alrededor de un 30% de los espacios de trabajo a nivel global se demandarán como oficinas flexibles
Para Ignacio Gómez de Barreda, Head de Oficinas Agencia Madrid de BNP Paribas Real Estate, en el centro de las ciudades las empresas flexibles tienen menos margen de rentabilidad y no asumen contratos variables; en cambio, en la periferia hay una tasa de disponibilidad alta y este tipo de compañías tiene una mayor probabilidad de negociar un contrato variable. Por lo tanto, hay dos mercados bastante diferenciados. Este experto destacó que, si bien en Madrid y Barcelona hay un parque de oficinas flexible, en Valencia y Málaga no existe.
“Las empresas seguirán confiando en ir a espacios de oficinas, porque a los empleados les gusta socializar, aunque tiene que convivir con espacios flexibles y con flexibilidad a la hora de ir a la oficina”, manifestó el responsable de la división de oficinas en BNP Paribas Real Estate Madrid.
No obstante, ¿hay realmente una necesidad por cambiar los espacios físicos? Diego Laguía, Inversión y Gestión de Activos para España y Portugal en M&G Real Estate, opinó que sí, dado que el 86% del parque de oficinas actual estará obsoleto en una década. Por ello, los diseños de edificios tienen que tener también una flexibilidad futura.
Con todo, la sostenibilidad y la tecnología de las oficinas también serán claves. Aunque los expertos mantuvieron que el coste sigue jugando un papel fundamental, no ya tanto para multinacionales, como para las pymes, que conforman el 90% del tejido empresarial en España.
En un debate conducido y moderado por António Gil, director de Grupo Iberinmo, y por Roger Cooke, presidente de RICS y asesor experto de Observatorio Inmobiliario, seis expertos del sector debatieron sobre cómo han evolucionado los hábitos en el trabajo y analizaron tanto la situación actual del mercado de oficinas flex como sus perspectivas de futuro.