Factores a tener en cuenta para comprar una vivienda en la España rural

Factores a tener en cuenta para comprar una vivienda en la España rural
A la hora de buscar vivienda en enclaves rurales, se recomienda analizar los precios.
Los expertos de Instituto de Valoraciones explican cuatro factores que se deben tener en cuenta a la hora de comprar viviendas en las zonas rurales


Durante el confinamiento estricto algunos compradores priorizaron las características de la vivienda sobre la ubicación. Desde principios del 2021, los mercados se han ido reactivando, la actividad social ha vuelto a concentrarse en las ciudades y el teletrabajo se ha ido reduciendo, implicando que la ubicación vuelva a ser un factor primordial en la búsqueda vivienda.

Por ello, los expertos de Instituto de Valoraciones explican cuatro factores que se deben tener en cuenta a la hora de comprar viviendas en las zonas rurales.

El primer facto es la evolución de los precios de la vivienda en las zonas rurales suele ser más lenta, según los datos del Ministerio de transportes, movilidad y agenda urbana, provincias como Zamora (Castilla y León), Teruel (Aragón), Ciudad Real (Castilla La Mancha) o Cáceres (Extremadura), zonas claves de la España rural, han registrado en el segundo trimestre del 2021 variaciones interanuales de precios mucho menores que la media de su comunidad autónoma, en comparación con el mismo período del año anterior. Por eso, a la hora de buscar vivienda en enclaves rurales, se recomienda analizar los precios y la evolución de estos en las distintas zonas para poder aprovechar las mejores ofertas del mercado.

Las segundas residencias, requisitos y condiciones más estrictas al optar a préstamos. A la hora de solicitar un préstamo para una segunda vivienda, los compradores deben cumplir condiciones y requerimientos más estrictos que los necesarios para una primera residencia, dado que, al conceder financiación para tipo de viviendas, las entidades financieras corren un mayor riesgo. De hecho, el porcentaje del monto total que cubren los bancos en préstamos para viviendas no principales suele ser menor que el que se otorga para primeras residencias, y el plazo de amortización suele ser también más corto. En este caso, para poder optar a este tipo de hipotecas, los compradores deberán presentar un perfil financiero estable y contar con los ahorros necesarios para hacer frente al monto que las hipotecas no cubren, que generalmente suele estar entorno al 30% y al 40%, y otros gastos que puedan estar asociados a la transacción. Además, es importante prever los gastos de reformas y/o mantenimiento que puede acarrear este tipo de viviendas.

En tercer lugar, la importancia de tener clara la finalidad de la inversión al comprar un inmueble, para así poder escoger la ubicación que mejor se adapte a las necesidades del comprador. Si el objetivo es comprar una vivienda principal, será importante valorar servicios como la calidad de las conexiones a Internet que haya en dicha zona o los servicios cercanos como colegios, supermercados u opciones de ocio. Por otro lado, si la finalidad de la compra es tener una segunda residencia en la que pasar el tiempo libre, probablemente una buena opción sean los municipios con menor población, que además ofrecen precios más bajos y oportunidades en enclaves ideales para el descanso y la desconexión.

El último factor que marcan el Instituto de Valoraciones, es el tiempo de búsqueda de viviendas se dilata al tener el comprador del entorno rural condiciones más específicas, la búsqueda de un inmueble en una zona rural puede llevar más tiempo del previsto, teniendo en cuenta que estos enclaves suelen tener una oferta de vivienda limitada. Además, influye generalmente las exigencias y condiciones que buscan los compradores en las viviendas rurales suelen ser más específicas, ya que se renuncia a las comodidades de vivir en una ciudad con todos los servicios a su alcance, priorizando otros factores como la tranquilidad que ofrece vivir en un entorno rural o la posibilidad de tener espacios más amplios interiores y exteriores, de uso privado. Por ello, la recomendación es comenzar la búsqueda con al menos unos meses de antelación a la fecha deseada de compra, sobre todo si se quiere comenzar a disfrutar la vivienda en un período específico, como el próximo verano.