Merlin Properties ha multiplicado por ocho sus ganancias en 2021, alcanzando un beneficio neto de 512 millones de euros gracias a la revalorización de sus activos inmobiliarios
La cartera inmobiliaria de la socimi ha cerrado el año con un valor bruto de 13.041 millones de euros, 239 millones más que en 2020, gracias, principalmente, al mejor comportamiento de sus naves logísticas, cuya tasación ha crecido un 14,5%. Sus activos de oficinas y sucursales bancarias de BBVA se han mantenido en línea con el ejercicio anterior, mientras que los centros comerciales han sufrido un ligero ajuste del -1,6%.
El resultado bruto de explotación (ebitda) se ha colocado en los 377 millones de euros, un 3,2% superior, mientras que las rentas brutas han alcanzado los 505 millones de euros, un 0,4% más que en el ejercicio previo.
Actualmente, la compañía cuenta con una posición de liquidez de 1.811 millones y un nivel de endeudamiento del 39,2%. Y prevé que en 2022 su beneficio operativo mejore en un 10%, hasta los 300 millones de euros.
Entre sus planes de futuro, estima desinvertir unos 200 millones de euros y no espera realizar ninguna compra significativa "más allá de las oportunidades que puedan surgir" .
En esa línea, la compañía ya ha activado la venta de sus últimas oficinas bancarias, que tienen un valor en libros de 1.750 millones de euros. BBVA tiene un derecho preferente para adquirirlas, pero si no lo ejercita, el consejero delegado de la socimi, Ismael Clemente, ha avanzado que las venderá a un tercero "tan pronto como sea posible".
'Data centers', un nuevo filón para la compañía
Y es que esta venta permitiría a la compañía reducir su endeudamiento, terminar su programa de desarrollo logístico, lanzar una recompra de acciones, repartir un dividendo extraordinario y acelerar su incursión en los data centers.
En el campo de los centros de datos Merlin Properties prevé invertir hasta 1.550 millones de euros en los próximos quince años, de los que 150 millones deberían volcarse antes de 2024. La inmobiliaria cuenta con un personal propio dedicado al segmento, y prevé facturar unos 75 millones de euros anuales a partir de 2026 tras una inversión de 650 millones.
De momento, ya ha conseguido la primera licencia para instalar un módulo de tres megas en Bilbao, cuya construcción empezará en breve, y —según ha explicado Clemente— ya se encuentra en conversaciones avanzadas para alquilar un 67% del mismo. La rentabilidad de estos data centers partirán desde el 11%.
Con estas inversiones, los centros de datos podrían convertirse en una fuente de ingresos de más de 150 millones anuales para la compañía, poniéndose al nivel de las naves logísticas –la otra gran apuesta de Merlin– y solo por detrás de las oficinas.