La reactivación inmobiliaria se apoyará en el ahorro institucional y en la liquidez del sistema

La reactivación inmobiliaria se apoyará en el ahorro institucional y en la liquidez del sistema
Los espacios de oficinas se adaptarán a las necesidades de los usuarios.

La Administración debe dar respuesta al nuevo escenario con medidas de flexibilidad de usos y que agilicen la gestión, según expertos reunidos por Savills Aguirre Newman

El ahorro institucional que se canaliza hacia el mercado inmobiliario aprovechando el momento de disrupción y el actual volumen de liquidez serán algunos de los principales factores del sector para salir de la situación actual provocada por el Covid-19. Estas son las principales conclusiones extraídas de la primera edición de SavillsTalks now at the office en la que destacados expertos en la materia se han reunido presencialmente 100 días después del inicio del confinamiento para debatir sobre el futuro del sector inmobiliario en el corto, medio y largo plazo.

En esta sesión, que ha sido moderada por Alejandro Campoy, director general de Savills Aguirre Newman, los ponentes han coincidido en que la situación de estabilidad y crecimiento del mercado inmobiliario previa al coronavirus es un motivo de peso para confiar en una rápida recuperación. De hecho, más allá de la coyuntura, no creen que el sector inmobiliario esté en crisis y consideran que el descenso de precios apenas será notorio en comparación a lo ocurrido en 2008. No obstante, es todavía complicado hacer previsiones de futuro, ya que para ello es necesario conocer cuál será la evolución de la situación en el resto del mundo y cómo va a afectar a las exportaciones, el turismo o el consumo en España.

Otro gran actor imprescindible en este camino a la recuperación es la Administración Pública, que debe actuar no solo con las inyecciones de dinero que ya se están llevando a cabo desde los bancos centrales europeos, sino también con medidas facilitadoras y flexibles. Los analistas recuerdan que, sin necesidad de invertir, hay muchas iniciativas que los gobiernos pueden poner en marcha para dinamizar el mercado, como legislar sobre flexibilidad en cambios de uso, nuevas políticas de vivienda o acelerar trámites administrativos.

También las inmobiliarias han necesitado adaptarse a esta nueva situación con planes de contingencias inmediatos a corto plazo para poder dar respuesta a las necesidades inmediatas de sus clientes. En este sentido, lo más importante ha sido analizar cada caso de forma individual para poder ofrecer soluciones distintas a cada necesidad, ya que no es igual la problemática de, por ejemplo, un restaurante, que la de un edificio de oficinas. Para ello ha sido fundamental la cercanía a los clientes.

En el segmento de oficinas, los ponentes reunidos por Savills Aguirre Newman apuntan a una reconversión de conceptos que hasta ahora estaban al alza, como el hot desking o las ratios de densidad, aunque se mantendrán otros como el diseño de oficinas versátiles, muy flexibles y amplias para que cada cliente la adapte a sus necesidades. Además, los expertos creen que es necesario pensar a largo plazo, por lo que habrá que invertir en las herramientas necesarias para poder informar a los clientes de los espacios de trabajo sobre mapas de calor, calidad del aire o el aforo en los edificios y sus respectivos tránsitos.

En esta misma línea han querido marcar la diferencia entre el trabajo en remoto y el teletrabajo, ya que esta última definición implica que se crean puestos físicos de trabajo en los hogares con todas las condiciones de ergonomía y luminosidad que se tendría en una oficina. Sin embargo, teniendo en cuenta que los empleados tuvieron que adaptarse a la nueva circunstancia en apenas unos días, es más acertado hablar de trabajo en remoto.

En el aspecto más humano, los analistas han destacado la rapidez con la que la mayoría de las empresas lograron adaptarse a la nueva realidad gracias a las herramientas tecnológicas. No obstante, recuerdan que, a pesar de las ventajas del trabajo en remoto, la presencia en espacios de trabajo compartidos permite llevar a cabo otras tareas más relacionadas con la creatividad y la innovación y la colaboración, imprescindibles para el desarrollo de cualquier compañía.