La construcción cierra 2020 con una quinta parte menos de la superficie visada en 2019

La construcción cierra 2020 con una quinta parte menos de la superficie visada en 2019
El número de viviendas nuevas visadas en 2020 cayó un 17,32% en comparación con 2019.

  • Las estadísticas de los Colegios de Arquitectos registran que la superficie residencial visada en 2020 cayó un 21,8% y la no residencial descendió un 22,5%
  • El porcentaje de viviendas visadas con rehabilitaciones retrocedió un 8,5%, lo que se tradujo en un descenso del 10,7% de la superficie residencial visada

La construcción no ha sido ajena a los efectos la COVID-19, lo que llevó en 2020 a cerrar con una quinta parte menos de la superficie visada en comparación con 2019, tanto en obra nueva como en gran rehabilitación. En concreto, la caída conjunta acumulada fue del 21,9%, con 26.773.696 metros cuadrados visados, frente a los 34.262.298 del año anterior. Es decir, 7,5 millones de metros cuadrados menos, según las estadísticas de los Colegios de Arquitectos.

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El número de viviendas nuevas visadas en 2020 (87.687) cayó un 17,32% en comparación con los datos de 2019, con 18.370 viviendas visadas menos, que representan un descenso de la superficie residencial autorizada del 21,8%, pasando de 19.773.472 metros cuadrados visados en el año 2019 a 15.470.647 de 2020. El visado de superficie no residencial de obra nueva descendió un 22,5%, con 1.576.776 m² menos que en 2019. En resumen, el volumen de la superficie de obra nueva visada de carácter residencial y no residencial se contrajo un 22%, con 5.879.601 m² menos.

La gran rehabilitación también retrocede

Si bien las pequeñas reformas en el hogar repuntaron en diciembre, según datos del sector, las estadísticas de los colegios de arquitectos constatan que la gran rehabilitación también se ha visto afectada por los efectos de la COVID-19. Aunque la caída fue inferior a la registrada en obra nueva, el porcentaje de viviendas visadas con rehabilitaciones de fachada, estructura o cambios de usos retrocedió un 8,5% respecto a 2019, lo que demuestra, como viene advirtiendo el CSCAE, que no tiene capacidad suficiente para actuar como contrapeso en el sector cuando se produce una crisis económica, si no hay una estrategia para impulsarla. La caída más severa se registró en el tercer trimestre del año (-23,39%), con 1.732 viviendas con rehabilitación visadas menos que en el mismo periodo de 2019. Pese a la ligera recuperación de septiembre (7,58%), el cuarto trimestre de 2020 registró una caída del 10,91%, cuatro puntos más que en el segundo trimestre, en pleno estado de alarma (-6,92%).

La caída en el número de viviendas rehabilitadas que se visaron se tradujo en un descenso del 10,7% de la superficie residencial visada, que pasó de 2.949.969 m² en 2019 a 2.635.041, en 2020. Es decir, 314.928 m² menos. La caída fue más aguda en superficie rehabilitada no residencial. 2020 cerró con 3.238.735 m² visados, lo que significa que, respecto al año 2019, se dejaron de visar 1.294.073 m² (-28,5%).

En un escenario de transición ecológica, con un parque construido en el que el grueso de sus 25,7 millones de viviendas necesita una actualización urgente, para dar respuesta a las demandas de sus usuarios en materia de accesibilidad, funcionalidad, eficiencia energética y acceso a una vivienda digna y adecuada, el presidente del CSCAE alerta de las consecuencias que tiene el retroceso de la gran rehabilitación: “Es la única que va a permitirnos adaptar el parque de viviendas a las necesidades presentes y futuras de la ciudadanía y al reto climático. Por desgracia, estos datos nos alejan aún más del bienestar social de los países de nuestro entorno y de los objetivos marcados por la Comisión Europea”.

Este tipo de rehabilitación es el que genera más empleo estable y de calidad. En la actualidad, el número de viviendas sobre las que se interviene anualmente en España no llega a las 30.000 unidades, a diferencia de lo que ocurre en países de nuestro entorno, donde la transformación del parque construido se produce a un ritmo medio anual del 2%, que la UE recomienda elevar al 3%. Simplemente con alcanzar esa tasa europea de gran rehabilitación, se crearían 400.000 empleos directos nuevos. En contraste, una caída pronunciada de la actividad actual en el sector puede poner en peligro a una parte de los casi 1,28 millones de empleos asociados a la construcción, según la última Encuesta de Población Activa (EPA).